"Sólo por la exportación de productos derivados del gas y petróleo como la urea, el gas licuado de petróleo (GLP), las gasolinas blancas, isopentano y el Recón (crudo reconstituido) se generó ingresos de más de 193,6 millones de dólares", destacó hoy el ministro boliviano de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, en un comunicado.
"Productos como la urea se consolidaron en la presente gestión, siendo la industrialización una realidad", afirmó el ministro boliviano.
Recordó que el objetivo del Plan de Industrialización del Gas Natural es que Bolivia, un país exportador de materias primas, se convierta en productor de derivados del gas natural con valor agregado.
De acuerdo con el Ministerio de Hidrocarburos, en 2018 se comercializaron unas 264,000 toneladas métricas (TM) de urea, de las cuales se destinaron unas 25,000 TM al mercado interno y más de 239,000 TM se exportaron a Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay, lo que generó ingresos por unos 78 millones de dólares.
Sánchez señaló que 2017 marcó un hito histórico en Bolivia porque se dio inicio a la industrialización de los hidrocarburos, la cual se consolidó este año.
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En 2018 Bolivia exportó 1.2 millones de barriles de Recón, lo cual generó ingresos al país por 71.2 millones de dólares.
El funcionario precisó que los ingresos por venta de GLP al exterior sumaron 48 millones de dólares.
El mercado externo de GLP boliviano lo constituyen Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina y Brasil, a los cuales se vendieron 91,640 TM este año, según el Ministerio de Hidrocarburos.
Sobre esta situación, el experto en hidrocarburos Hugo del Granado dijo a Xinhua este sábado que la consolidación de la industrialización y de la exportación permitió a Bolivia figurar como el mayor exportador de GLP en la región sudamericana.
Explicó que el 99 por ciento de las exportaciones de gas boliviano se destina a Paraguay y Perú, con proyecciones a apuntalar su primacía al ampliar su mercado a Uruguay, Argentina y Brasil.
Consideró que el panorama del mercado para el GLP boliviano es alentador y que existe perspectivas de lograr acuerdos para consolidarse como el principal exportador de este energético.
No obstante, recomendó que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene que ser más estable para mantener mercados del GLP y evitar un corte como sucedió con Uruguay.
El ministro Sánchez se refirió al proyecto de la Planta Propileno-Polipropileno, que en la actualidad se trabaja en estudios de mercado y comercialización.
La planta será construida en el municipio de Yacuiba, en la provincia de Gran Chaco, departamento de Tarija (sur), y demandará una inversión de 2.200 millones de dólares, los cuales ya están garantizados con recursos de YPFB y a través del financiamiento otorgado por el Banco Central de Bolivia.