A la fecha las cotizaciones internacionales del crudo se encuentran en torno a la mitad del pico de 115 dólares el barril que alcanzaron el año pasado antes de su descenso.
Los problemas que esa caída pueden acarrear se observan cuando se compara el precio de venta para que sea rentable con el de cotización, añadió la publicación de Arabia Saudita.
Por tipo de extracción el precio de venta rentable llega a los 65 dólares el barril en el shale en América del Norte, mientras que la obtención de crudo de arenas bituminosas en Canadá y el Artico alcanza los 70 y 75 dólares, respectivamente.
En contraste, la extracción en el Golfo Pérsico es en promedio de 27 dólares el barril, añade con base a datos de la correduría Morgan Stanley.
Sin embargo, el bajo precio en el Golfo Pérsico para lograr rentabilidad se vuelve problemático cuando la comparación se efectúa con las necesidades que cada país de esa zona cubre con sus ingresos petroleros.
De acuerdo a datos de la empresa asesora en inversiones Asiya Investments, el único país con superavit fiscal con el actual precio promedio internacional es Kuwait, pues necesita vender su barril a 50 dólares.
Qatar y los Emiraros Arabes Unidos (EAU) necesitan un precio de 85 dólares el barril, debido a su fuerte gasto público, mientras que en el caso de Arabia Saudita llega a 85 dólares.
En este tipo de comparación (cotización de mercado contra costo para cubrir necesidades fiscales) los países más vulnerables son Bahrain y Omán, pues necesitan vender su petróleo a 100 dólares el barril.
Bahrain, por ejemplo, canaliza la mitad del gasto gubernamental a subsidios y apoyos sociales, mientras que en el caso de Omán tres cuartas partes de sus ingresos provienen de sus ventas petroleras.
En una situación más difícil se encuentran Yemén, Libia, Algeria e Irán, pues sus precios petroleros de venta deberían de ser el doble de las actuales cotizaciones de 60 dólares el barril para mantener su gasto.
El aspecto positivo de esa situación, es que se incrementa la presión para que las economías de todos esos países se diversifiquen y reduzcan su dependencia de los hidrocarburos.
Los países del Golfo Pérsico y del norte de Africa tienen bajos niveles de deuda y fuertes reservas, lo que les permite mantener su actual nivel de gasto público, pero conforme se mantengan las actuales bajas cotizaciones, la presión para las reformas aumentará, concluyó el reporte.