El acuerdo tiene como punto de partida la tecnología de Volvo Trucks MetanoDiesel, en la que se puede combinar el GNL con motorizaciones a gasóleo.
Shell aportará su red de infraestructuras en este tipo de combustible y coordinará con el fabricante de vehículos pesados las tareas de suministro.
El primer paso del acuerdo, que no es excluyente, pues ambas partes pueden colaborar con otros agentes, se centraliza en seleccionar los mercados en Europa y Estados Unidos.
Volvo Trucks explica que el gas natural se utiliza hoy de manera comprimida (CNG) en autobuses urbanos y vehículos comerciales, pero, para ser capaz de abarcar largas distancias, el vehículo debe almacenar una gran cantidad de combustible en sus depósitos y el GNL hace posible esta circunstancia.
El Volvo FM MetanoDiesel, con una autonomía de mil kilómetros, sólo con el uso del GNL, está equipado con una tecnología que utiliza gas licuado en su depósito principal, y está ya disponible en España, Noruega, Bélgica, Países Bajos y Reino Unido y próximamente en Italia y Francia.
El GNL es gas natural enfriado hasta licuarlo y se utiliza principalmente para producir electricidad y para calefacciones, lo que lo hace muy accesible, siendo, por regla general, más barato que el diesel.