El dispositivo, con patente en trámite, disocia las moléculas del agua para obtener gas de hidrógeno, el cual se usa como aditivo para maximizar el rendimiento del combustible.
Es parecido a una caja de acero de 20 centímetros de alto y 30 de ancho y largo y tiene una celda electrolítica y un depósito que almacena alrededor de un litro de agua.
Daniel Serrano, estudiante de Ingeniería Mecatrónica de esa casa de estudios, explicó que el gas se inyecta a la cámara de combustión a través de un sistema de control de seguridad conformado por electroválvulas que abren y cierran el flujo del mismo.
Al entrar ese gas de hidrógeno a la cámara de combustión se reduce la entrada y el consumo de gasolina.
Por innovación y alto impacto ese proyecto fue distinguido como uno de los tres mejores del área de Ingeniería a nivel nacional, en el Primer Congreso Interinstitucional de Jóvenes Investigadores.
En el encuentro organizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se ofrecieron detalles de ese mecanismo, que forma parte de la propuesta Diseño y automatización de un sistema generador de hidrógeno para su implementación en automóviles convencionales.