El líder del Mundial de pilotos tenía una sanción de tres posiciones por su accidente con el británico Lewis Hamilton (Mercedes) en el Gran Premio de Italia, en Monza, y junto a su equipo tomó la decisión de cambiar su motor con numerosas piezas nuevas como la cámara de combustión, el turbo, la batería, la centralita o el escape.
También han cambiado la unidad de potencia este fin de semana el Ferrari del monegasco Charles Leclerc, que se verá relegado, al igual que Verstappen, a las últimas posiciones de la parrilla, y el australiano Daniel Ricciardo (McLaren), ganador en Monza, que no penalizará al haber utilizado una unidad de su grupo.