El holandés se sentó hoy en el bólido durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Australia, pero no llegó a rodar en el trazado.
La Justicia australiana le dio el jueves la razón a Van der Garde, que aseguraba haber llegado a un acuerdo con Sauber en 2014 por el que se le garantizaba un bólido oficial este año. El equipo suizo presentó una apelación, pero los jueces de Melbourne la rechazaron.
El abogado de Sauber alegaba que el acuerdo se había cerrado con la empresa de Van der Garde, pero no con él personalmente. Además, insistió en que subir al holandés al bólido sería peligroso, ya que todavía no lo probó.
Pese al fallo, no es seguro que tome la salida en el primer Gran Premio de la temporada, pues Van der Garde no posee aún la necesaria superlicencia.
La jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn, evitó comentar el asunto durante la rueda de prensa oficial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
"Es un tema del que no puedo decir nada", señaló hoy la jurista.
Van der Garde y sus abogados exigieron incluso medidas legales contra Kaltenborn en una discusión que empañó el inicio de la temporada de Fórmula 1.
"Por supuesto que no es el modo perfecto de empezar la temporada, pero siempre hay controversias en la Fórmula 1", señaló el jefe deportivo de Mercedes, Toto Wolff, que aseguró no conocer a fondo el caso.
El jefe de McLaren, Eric Boullier, se manifestó en el mismo sentido: "No es la clase de noticia que queremos, pero no sabemos nada al respecto".
Lo único que está claro es que Sauber contrató para esta temporada a dos nuevos pilotos, el brasileño Felipe Nasr y el sueco Marcus Ericsson.
Ambos participaron hoy en la segunda sesión de los entrenamientos libres. En la primera tanda los coches permanecieron en el garaje después de que Van der Garde hiciera una prueba de cockpit en el bólido de Ericsson.
El holandés de 29 años, que en 2013 disputó 19 carreras con el equipo Caterham, llegó hoy al paddock en medio de una gran expectación. Tuvo que esperar incluso a que le dieran una acreditación para entrar.
Kaltenborn dijo que no piensa en renunciar a su cargo a pesar de que la precaria situación del equipo depende en gran parte de los patrocinadores que trajeron los nuevos pilotos. La jurista posee un tercio de las acciones de la escudería, mientras que el resto está en manos del fundador, Peter Sauber.