El cuarto puesto fue para Marco Andretti y el quinto lo ocupó Justin Wilson, mientras que el brasileño Helio Castroneves, que intentaba convertirse en el cuarto piloto en ganar cuatro veces la carrera, estuvo siempre entre los primeros y al final quedó sexto.
La carrera se tuvo que parar dos veces por precaución en las últimas siete vueltas con accidentes de Graham Randal y antes de darse la segunda, Kanaan, de 39 años, adelantó de forma brillante a Hunter-Reay, que iba primero y también a Muñoz, que se convirtió en la gran revelación de la prueba más prestigiosa de la modalidad Indy en sus debut con sólo 21 años.
La segunda llegó cuando una vuelta después de haberse mostrado la bandera verde y cuatro para concluir, otro veterano, el escocés Dario Franchitti, también chocó contra la pared del circuito y quedó fuera, mientras apareció la bandera amarilla que aseguró la victoria a Kanaan.
Pero fue el gran triunfo para Kanaan, que en su decimosegunda participación en la prueba, al final consiguió tener la suerte de su lado para al final lograr la ansiada victoria que varias veces se le escapó cuando estuvo también cerca de alcanzarla.
Kanaan protagonizó una gran carrera que ganó durante la última parada de precaución y dejó atrás su mala suerte en el "Mayor Espectáculo Automovilístico" en Estados Unidos.
El piloto brasileño dejó atrás años de frustración en una prueba que generó 68 cambios de líder, el doble de los que se dieron en la prueba del 2012.
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"Ha sido algo increíble, va para todos los aficionados, mi mujer y mi padre", declaró emocionado Kanaan al concluir la prueba. "Es algo maravilloso y creo que la suerte estuvo de mi lado".
Kanaan se refería a las dos paradas de precaución que de alguna manera le ayudaron a hacer la última remontada y la definitiva ya no tuvo que luchar por mantener el primer lugar porque la carrera se acabó mientras los coches seguían al que hacia el recorrido de revisión de la pista.
La primera parada de precaución la generó Rahal, el hijo de Bobby Rahal, ganador de la edición de 1986, que buscaba seguir los pasos se su progenitor, como hizo Al Unser Jr. y su padre Al Unser, únicos que han conseguido ganar las 500 Millas de Indianápolis.
Hunter-Reay, el actual campeón de la fórmula Indy, estaba al frente de la carrera cuando se dio el accidente de Rahal y fue el gran perdedor con la gran maniobra que realizó Kanaan al reiniciarse la carrera.
Mientras que Muñoz, que estuvo a las puertas de ser el segundo colombiano que logró la victoria en Indianápolis después que lo consiguiese su compatriota Juan Pablo Montoya en el 2000, se convirtió sin duda en el gran triunfador moral de la prueba.
Muñoz, del equipo Andretti Autosport, que hace un mes era un completo desconocido se ha convertido en la gran revelación de la competición IndyCar y ante él se presenta un futuro brillante.
"Me siento algo frustrado por no haber podido conseguir la victoria, pero a la vez satisfecho de la gran carrera que realicé", declaró Muñoz. "Tenía la esperanza de conseguir la victoria para ofrecérsela a todo el país y a mis familiares que me acompañaron, pero espero hacerlo mejor el próximo año".
Muñoz mostró una clase especial en su pilotaje, que recibió todo tipo de alabanzas tanto de los pilotos veteranos como de los especialista, que lo ven como uno de los jóvenes valores del automovilismo mundial.
Otros latinoamericanos que participaron en la prueba además e Kanaan, Muñoz y Castroneves, fue la brasileña Ana Beatriz, que ocupó el decimoquinto puesto, la mujer mejor clasificada, al superar a la suiza Simona De Silvestro, decimoséptima.
El venezolano E.J.Viso, de 28 años, fue decimoctavo, y otra joven promesa del automovilismo colombiano, Sebastián Saavedra, de 22 años, quedó en el trigésimo segundo puesto.
Saavedra, del equipo Dragon Racing, fue el que generó la segunda parada de precaución de la prueba al quedarse fuera de carrera, afectada como habían anticipado los pilotos por la mayor velocidad que generaron las bajas temperaturas y en consecuencia también haber más accidentes.
Mientras que el español Oriol Servia, del equipo Panther/Dreyer & Reinbold Racing, ocupó el undécimo puesto.