Tras perder en meta 2:26 con respecto al vencedor de la undécima especial, el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo Racing), el madrileño lamentó su falta de suerte. "Empezamos bien, pero sufrimos dos ponchaduras seguidos. Y luego, hacia el final de la etapa, había un filo de alambre que no vi y arrancó todo", expuso.
El defensor del título, campeón también en 2010 y 2018, asumió que en la edición número 43 del Rally Dakar, que por segundo año consecutivo se disputa en Arabia Saudí, no tiene la suerte de cara.
"Por suerte ya estamos más cerca del final", dijo.
Sainz afrontará este viernes la duodécima y última especial con una desventaja de 1 hora y 4 minutos con respecto a su compañero de equipo, el francés Stéphane Peterhansel.