Tramo del rally
El Wolf Power Satge en México tiene la reputación de producir emoción, como cualquiera que haya visto a Kris Meeke buscando inesperadamente un aparcamiento en 2017.
El piloto del Toyota Gazoo Racing fue el responsable de elevar los niveles de emoción de nuevo este año, pero en este caso todo se debió a la batalla extraordinariamente reñida con Sébastien Ogier.
El ganador del rallye ganó la especial final por sólo 0.025seg. de Meeke, ¡una diferencia cuatro veces más rápida que un abrir y cerrar de ojos!
Punto de inflexión
Parte de la locura de la jornada del sábado por la mañana, el tramo de Otates (TC11) fue donde terminaron las opciones de victoria de Kris Meeke, y Ogier se apoderó de la ventaja a la que ya no renunció.
Meeke comenzó la prueba con una ventaja de 1.3 segundos sobre Ogier y una repetición de su victoria de 2017 en mente. Pero esa ambición no duró mucho, cuando sufrió una ponchadura en el neumático trasero derecho.
Cedió más de 90 segundos después de elegir no pararse a cambiarlo, y otro 1min 45seg. cojeando en el siguiente tramo de El Brinco con la suspensión dañada. Para entonces, Ogier estaba casi 20 segundos por delante del grupo que lo perseguía.
Salvar el rallye
Un paso adelante Jari-Matti Latvala, quien completó la prueba gracias a sus habilidades mecánicas y su ingenio con una botella de agua.
En escenas que recuerdan el rescate de Thierry Neuville en 2014, Latvala se encontró cerca de la meta mirando a como su coche estaba con el radiador roto estacionado sobre un charco de refrigerante. Lo que siguió fue muy WRC.
Utilizó un paquete de masilla moldeable para tapar el agujero en el sistema y luego se dispuso a llenar el sistema con su botella de agua potable.
Cuando eso no fue suficiente, el finlandés hizo una agotadora carrera de 500 metros por una ladera empinada para rellenar su botella en un río, llenó el sistema y completó el Power Satge para asegurarse el octavo puesto. Bravo.
Sorpresa del rallye
Una actitud de nunca rendirse es algo que esperamos de los pilotos del WRC, que es por lo que los comentarios de Thierry Neuville al final del TC7 del viernes llamaron la atención.
Completando 2.8 segundos más lento que el hombre que estaba persiguiendo, Ott Tänak, Neuville agitó la cabeza. "Rara vez me rindo, pero hoy anuncio que no hay posibilidad de que luchemos. No hay oportunidad, no hay oportunidad", explicó.
A falta de 14 tramos para el final de la prueba, el belga hizo un pronóstico inusualmente sombrío, pero a pesar de su fuerte resfriado, Neuville se encontraba en una situación incómoda.