La exhibición está compuesta por 140 fotografías de uno de los corredores más míticos de la historia de la Fórmula 1, de hecho, fue el único que se coronó campeón de forma póstuma.
Rindt, nacido en 1942 en Maguncia (Alemania), tenía sólo 28 años cuando falleció el 5 de septiembre de 1970 en su Lotus-Ford 49, durante los entrenamientos del Gran Premio de Italia, en Monza, a falta de tres carreras para finalizar la temporada.
El austríaco, hijo de padres alemanes fallecidos en un bombardeo aliado en la Segunda Guerra Mundial, ganó seis grandes premios durante sus siete años en la Fórmula 1.
Algunos han llegado a comparar su trágica muerte y corta vida a la del actor estadounidense James Dean, fallecido a los 24 años en 1955, también en un accidente de coche.
Su osadía como corredor y su temprana muerte lo han convertido en toda una figura de culto en el automovilismo europeo.
Por eso, Rindt está considerado como impulsor de una larga tradición de corredores austríacos de Fórmula Uno, que tuvo sus máximos exponentes en Niki Lauda, campeón en 1975, 1977 y 1984, así como Gerhard Berger, tercero en 1988 y 1994.
A la inauguración oficial de la muestra anoche acudieron Lauda y Berger, pero también Nina Rindt, viuda del fallecido corredor, y el ex piloto belga Jacky Ickx, quien no logró superar a su eterno rival al final de la temporada de 1970.