Schumacher fue el mejor en la carrera corta disputada en la pista de las afueras de Budapest -de 4,381 metros, a la que se dieron 28 vueltas para completar un recorrido de 122 kilómetros-, que ganó con un segundo y cuatro décimas de ventaja sobre el japonés Nobuharu Matsushita (Carlin), cuyo ataque contuvo en las últimas vueltas para festejar de la mejor manera posible su primer podio en la categoría: desde el peldaño más alto del mismo.
El hijo del 'Kaiser' -cuyos siete títulos (1994 y 1995, con Benetton; y entre 2000 y 2004, con Ferrari) y 91 victorias no iguala nadie en la categoría reina del motor-; ganó una carrera en la que el brasileño Sergio Sette Camara (DAMS) fue tercero; y en la que, al haber sido octavo el sábado, arrancó desde la 'pole' de una parrilla cuyos primeros ocho puestos, los domingos, quedan definidos, en orden inverso, por el resultado de la prueba larga del día anterior.
Mick, de 20 años -que el curso pasado ganó el campeonato de Fórmula 3- no cometió errores, contuvo los ataques de Matsushita y festejó la que hasta el momento es su victoria más importante. "Es genial", explicó, nada más bajarse del coche. "Ha sido una gran carrera, pero no ha sido fácil", precisó, inmediatamente después.
"Tuve que gestionar los neumáticos, que acabaron desgastado; y las últimas vueltas no dejé de mirar al retrovisor. Matsushita presionó mucho, pero al final pude ganar; y estoy muy contento. Mil gracias al equipo", apuntó el joven Schumacher, cuyo mejor resultado hasta el momento era el cuarto que había logrado en el Red Bull Ring de Spielberg (Austria), a finales de junio.
'Schumacher II' (o 'Schumacher III', si contamos a su tío Ralf, ganador de siete carreras en F1) nació el 22 de marzo de 1999 en la localidad suiza de Vufflens-le Chateau, cuando su padre ya había ganado dos Mundiales con Benetton junto al italiano Flavio Briatore, también 'descubridor' del doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso, curiosamente el piloto que lo 'destronó' en 2005.
Cuando Mick nació, su padre aún no había iniciado su gran serie triunfal con Ferrari, con la que había debutado en 1996. Es más, el 'Kaiser' aún 'rumiaba' no haber puntuado, días antes de su nacimiento, en el Gran Premio de Australia, la primera de ese año (fue octavo; y en los puntos entraban seis), que, para más 'inri' había ganado su compañero de entonces en la 'Scuderia', el norirlandés Eddie Irvine; que logró ese día la primera de sus cuatro victorias en F1.
Michael no ganaría su tercer Mundial hasta un año después, cuando arrancó su racha gloriosa de cinco títulos seguidos, que abarcó entre 2000 y 2004, elevó a siete las coronas del 'Kaiser'; y a la que puso fin Alonso en 2005, cuando ganó el primero de sus dos títulos seguidos, con Renault.
"Estoy muy contento de que se haya acabado la mala suerte. No ha sido una victoria fácil. He tenido que ir todo el rato controlando a Nobuharu (Matsushita), sobre todo en el último sector. En la primera curva siempre se me acercaba; luego yo me dediqué a tirar todo lo que podía, pero intentando conservar neumático, al mismo tiempo. Las gomas iban muy al límite, al final", reconoció, este domingo, en la rueda de prensa posterior a la carrera, el hijo del mito.
Mick acompañaba a su padre el día que éste sufrió el grave accidente de esquí, a finales de 2013, en Meribel -en los Alpes franceses- del que aún se está recuperando.
El francés Jean Todt, actual presidente de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) y que tantos éxitos compartió con 'Schumi' cuando éste brillaba de rojo, indicó recientemente que el astro de Kerpen estaba mejor y que había visto junto a él, por televisión, el Gran Premio de Alemania, hace una semana.
Este domingo, Schumacher padre podrá estar bien orgulloso de su hijo, ganador en una pista en la que él se impuso cuatro veces en F1: Mick, que rodó con los Ferrari victoriosos de su padre, hace dos años, en Spa (Bélgica); y el pasado domingo, en Hockenheim (Alemania), ya comienza a pisar sobre las huellas de su progenitor.
"Es muy especial este triunfo, sí", admitió Schumacher hijo. "El primer triunfo, en la categoría que sea, siempre es el más difícil, pero una vez que lo logras te da más confianza", comentó Mick, al que aún le queda camino por recorrer: tras su victoria de este domingo es undécimo en el certamen, con 45 puntos, a 151 del líder, el holandés Nick de Vries (ART Grand Prix), sexto este domingo.
Y por eso, no hará ninguna locura para festejar esta victoria. La celebrará junto a su madre, su abuela, su hermana y el novio de ésta, que lo acompañan en Budapest, según explicó el sonriente Mick tras ganar en el Hungaroring.