Kazunori Yamauchi, el perfeccionista incorregible que alcanzó el cielo

Kazunori Yamauchi, el perfeccionista incorregible que alcanzó el cielo

Ha consagrado seis años de su vida a intentar hacer el videojuego perfecto y ahora que el ansiado y espectacular "Gran Turismo 5" está en el mercado, el perfeccionismo enfermizo de Kazunori Yamauchi lleva al creador a confesar que le hubiera gustado mejorar absolutamente todos los aspectos del título.

En una entrevista con varios medios españoles, el creador de la saga de conducción más famosa de todos los tiempos deja bien claro que en él nada es simple, ni siquiera las medias tintas.

¿Y qué hay detrás de la estrella, de esta venerada figura del ocio interactivo capaz de retrasar un lanzamiento mundial anunciado a bombo y platillo por una multinacional del poder de Sony para limar los últimos detalles de un videojuego?.

Es japonés, aunque le pirra la comida india, sonriente pero frío, preclaro pero cauto y políticamente correcto hasta el extremo. A pesar de su timidez, consigue confesar que admira a Alfred Hitchcock, que lee un libro al día y que le encanta el videojuego "Zelda". No hace falta que diga que se muere por los grandes coches.

Con 11 años ya diseñaba videojuegos, aunque fue a los 22 cuando Yamauchi decidió que dedicaría su vida a ello. En 1994 maravilló al mundo con "Gran Turismo", un simulador de conducción que, según afirma, instauró el género de carreras de coches, hoy ampliamente asentado y explotado.

A la hora de abordar la última entrega de la saga, que salió ayer a la venta, sólo tenía dos cosas en la mente: que quería hacer algo "increíble" y que debía ser tan fresco, tan novedoso, como en su momento lo fue "GT1".

Desde luego las prisas no van con él: "Yo no soy capaz de lanzar algo sólo porque esté previsto", aclara. Y lo que Yamauchi opina es la última palabra.

Ante la pregunta de si un perfeccionismo tan demoledor da sus frutos (el desarrollo de "Gran Turismo 5" se prolongó durante seis años, cuando los grandes títulos de la industria presumen de procesos creativos de dos y tres años), el japonés deja la respuesta a cargo de los jugadores: "Sólo los usuarios pueden juzgar".

Ha pedido perdón por los retrasos en el lanzamiento del título y una vez más vuelve a emplazar a los jugadores a que valoren si la espera ha valido la pena.

El creador japonés calcula que un disfrute completo del videojuego, incluida la experiencia "on-line", precisaría de una dedicación de tres meses.

Las palabras exactitud y precisión pueblan sus oraciones cuando se refiere al simulador de carreras, cuyo software llega a comparar con los utilizados en la Fórmula 1. Ahora bien, preguntado por si le hubiera gustado mejorar algún aspecto del juego, no duda en decir que le hubiera encantado perfeccionarlos todos.

Yamauchi ha explicado que la experiencia real de la conducción ha influido en el diseño del videojuego -él mismo prueba prototipos de automóviles- y que su objetivo es que el usuario experimente lo que se siente en una pista de carreras.

Pese a ser una voz respetadísima en el sector, Yamauchi no se atreve a predecir la dirección que tomará la industria interactiva, aunque tiene claro que la continua aparición de títulos similares, que "también afecta a la música y el cine", es el resultado de crear haciendo caso a las tendencias de mercadotecnia.

Pese a mostrar la mejor de sus sonrisas, a lo largo de la entrevista se aprecia que su lugar no está ante los medios, sino dentro de un coche de carreras y al frente de un equipo de desarrollo.

Y la aparición de "Gran Turismo 6", ¿para cuándo?. "No sé qué va a pasar en el futuro", concluye.

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