Los cambios introducidos para cumplir la nueva reglamentación de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) en materia de seguridad, que requiere un morro más bajo, dieron como resultado un coche con dos bultos pronunciados a cada lado del chasis superior y una sección plana delante del morro.
El monoplaza, bautizado como Caterham CT01 dispone, además, de un gran agujero en la parte posterior de la cubierta del motor, mientras que el alerón delantero es más sencillo que en otros coches, según los analistas de Fórmula Uno de la cadena británica.
El aspecto del auto, con carrocería en tonos verdes y motores de Renault, causó sorpresa entre los analistas de la Fórmula Uno, tras la difusión de la imagen un día antes de lo previsto, por un adelanto en la distribución de la revista especializada "F1 Racing".
Caterham, antiguamente Lotus, finalizó en décima posición en las dos últimas temporadas de la Fórmula Uno.
Ahora, con su nuevo coche, que estrenará en la competición de Jerez, del 7 al 10 de febrero, confía en ascender al menos un puesto en la clasificación de este año.
"Hay un montón de razones que nos hacen pensar que escalaremos puestos", afirmó el director técnico del equipo, Mike Gascoyne, a la cadena británica.
Sin embargo, Gascoyne reconoció que "en los que tiempos que corren lograr puntos no es tan fácil, si los cinco primeros equipos siguen siendo tan solventes como han sido hasta ahora".
El monoplaza será pilotado durante este año por el finlandés Heikki Kovalainen y el italiano Jarno Trulli.
Sin embargo, se mantienen los rumores de una posible incorporación al equipo del ruso Vitaly Petrov, en sustitución de Trulli.