"Creo que en tecnología, estos coches están un paso por delante de la Fórmula Uno, sólo porque las reglas permiten experimentar, son más abiertas. En F1 con todas las restricciones que han ido poniendo en los últimos diez años, la tecnología está un poco limitada", opinó el asturiano, que en los 17 años que pilotó en la categoría reina logró los dos Mundiales y las 32 victorias que cuenta España en toda su historia.
"El sistema híbrido ayuda un poco, pero hay un montón de limitaciones, con la electrónica, el sistema de recuperación o el despliegue", dijo.
"Aquí tienes más libertad y así la tecnología es más avanzada, los neumáticos creo que también están aquí un paso por delante, porque en Fórmula Uno quieren neumáticos que se degraden y que ofrezcan un buen espectáculo; y aquí tienes neumáticos con los que puedes hacer 600 kilómetros en cuatro relevos y estar todo el rato en la misma décima", explicó.
"Y eso para un piloto es magia, porque puedes pilotar con tu instinto y poner el neumático al límite, ya que sabes que siempre va a estar ahí, no necesitas guardarte nada. Y es muy bonito conducir así, estos LMP1", apuntó Alonso, que lidera el WEC junto al suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima; a los que les bastaría acabar séptimos en Le Mans para asegurarse el título.
"Veremos que pasa en el futuro del WEC con los 'hypercars' o la categoría que vayan a crear, pero la máquina que tenemos ahora es bastante buena; y también el campeonato, con diferentes categorías y un ambiente muy bueno", señaló.
"Todos los equipos tratan de ayudarse unos a otros, este año va a haber récord de participación en Le Mans, creo que el campeonato tiene muy buena salud y ojalá que tengamos una gran categoría en el futuro con los 'hypercars' y que vengan más marcas", manifestó Alonso en el circuito de La Sarthe, donde este miércoles arrancaron los entrenamientos para la principal prueba de un día del mundo.