Para evitar que la inactividad genere un mal funcionamiento mecánico o daños en componentes de los autos, AXA Seguros y el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), te dan estas recomendaciones:
1. Mantén la carga de la batería. Una opción es desconectar la batería (terminal negativa) para evitar que se descargue. Otra alternativa es encender el vehículo por un periodo de 5 a 10 minutos, por lo menos, una vez a la semana. Evita hacerlo en un lugar que no tenga buena circulación de aire.
2. Conserva limpio tu vehículo. El lavado regular evitará que la capa de pintura se dañe con agentes ambientales como el polvo, excremento de aves, resina de árboles, entre otros. Aplica una cera protectora y, si es posible, mantenlo en un lugar techado.
3. Observa los neumáticos. Asegúrate que la presión de los neumáticos sea la óptima, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. Verifica la presión, por lo menos, cada dos semanas y procura que los neumáticos no se queden en una misma posición por mucho tiempo.
4. Revisa el nivel de los fluidos. Verifica los niveles de aceite del motor, líquido de frenos y anticongelante, según lo indicado por el fabricante. Aprovecha para identificar posibles fugas.
5. Verifica la vigencia de tu póliza de seguro. Aunque tu auto no esté en circulación, contar con un seguro es necesario para protegerlo contra riesgos, como el robo de la unidad o caída de objetos.