Paraguay había aprovechado durante años del vacío legal que existía al respecto, ya que ni el sector automotor ni el azucarero están liberalizados en la normas del Mercosur, aunque el resto de países del bloque ya contaban con acuerdos bilaterales.
Tras la decisión de Brasil, Paraguay se vio obligado a negociar con Argentina, país con el que ya logró el acuerdo, y con Brasil, con el que firmó este martes, y ahora se encuentra en conversaciones para alcanzar un entendimiento similar con Uruguay.
Al margen de estos acuerdos bilaterales, Paraguay, como presidente pro témpore del Mercosur hasta mitad de 2020, se ha propuesto cerrar en este periodo un acuerdo automotor que abarque a todo el bloque, como recalcó este martes durante la firma el canciller paraguayo, Antonio Rivas.
"Uno de los objetivos de la presidencia pro témpore de Paraguay en el Mercosur (...) es el Acuerdo Automotriz Mercosur. Es un acuerdo que va a dar visibilidad y muchas oportunidades", señaló Rivas.
Al igual que Rivas, la ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, apuntó que con estos dos acuerdos con Brasil y Argentina, más el que está en trámites con Uruguay, se sientan "las bases" para avanzar hacia uno que rija en todo el Mercosur.
"Es momento en que Mercosur se mire para adentro, se toque este tema y podamos hacer un acuerdo automotriz Mercosur que nos permita realmente ser competitivos a nivel global", agregó Cramer.
La titular de Industria y Comercio reconoció en su discurso que el acuerdo firmado con Brasil "no es la panacea total" y admitió que Paraguay "está atrás" en políticas automotores, pero ve una industria con "todas las posibilidades de crecer".
El acuerdo con Brasil reconoce el libre comercio de productos automotores entre ambos países y el acceso preferencial al mercado brasileño de bienes fabricados en Paraguay bajo el régimen de maquila, así como de vehículos de alta gama.
Paraguay también podrá exportar a Brasil toda su producción nacional de autopartes con un cupo preferencial inicial de 350 millones de dólares en 2020, que se incrementará hasta 750 millones de dólares en 2027.
Por el momento, se mantendrán vigentes los aranceles nacionales, hasta que exista un arancel común para todo el Mercosur, que se establecerá cuando exista un acuerdo en todo el bloque.
A pesar de que la importación de vehículos usados procedentes de Chile se presentó al inicio de esta crisis, en julio de 2019, como una de las razones por las que Brasil endurecía sus aranceles, Paraguay consiguió en las negociaciones mantener este modelo de compra de vehículos, atendiendo a "la sensibilidad del mercado paraguayo".
Además de Rivas y Cramer, por la parte brasileña estuvieron presentes en el acto el secretario especial de Comercio Exterior y de Asuntos Internacionales de Brasil, Marco Prado Troyjo, y el embajador de Brasil en Paraguay, Flavio Soares Damico.
Para Prado Troyjo, este acuerdo representa un "un verdadero instrumento de prosperidad" para Brasil y Paraguay y sitúa a este sector como "uno de los pilares" para el desarrollo económico de la región.