Cramer, acompañada del canciller paraguayo, Antonio Rivas, expuso a los medios los elementos del "compromiso político" que firmó con el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, en el marco de la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, celebrada la pasada semana en la ciudad brasileña de Bento Goncalvez.
Ese compromiso prevé que "las partes mantendrán sus aranceles nacionales vigentes hasta tanto se establezca el Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, conforme a definiciones en el Régimen Automotor" del bloque regional, formado además por Argentina y Uruguay.
También establece que "la adopción de reglas de origen con estándares de la industria automotriz de ultima generación y en concordancia con los acuerdos comerciales del Mercosur", que no contempla un acuerdo de bloque sobre el sector.
Entre los objetivos del documento bilateral se destaca el equilibrio, gradualidad, convergencia y trato especial diferenciado a Paraguay como país sin litoral marítimo y de menor desarrollo relativo del pacto regional.
En cuanto al intercambio bilateral establece que el sector automotriz de Brasil tendrá "libre acceso inmediato con algunas excepciones" a ser liberadas en cuatro etapas, entre 2019 y 2022, dado el impacto que representa al fisco paraguayo.
La ministra explicó, en un evento en la sede de la Cancillería, que "hay ciertas partidas sensibles" para los ingresos tributarios como la importación de vehículos nuevos de origen brasileño, que actualmente está gravada con aranceles establecidos por decreto, es decir de forma unilateral.
Este acuerdo "tiene el espíritu de complementariedad de la región con miras a tratados internacionales, esta es la base y el crecimiento se dará en la medida que el sector privado se movilice", subrayó Cramer.
De Brasil procedió el 40 por ciento de los vehículos nuevos ingresados al país en 2018, de Corea del Sur 15.5 por ciento y de Argentina 10.9 por ciento entre los mayores proveedores, según la Cámara Paraguaya de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam).
Asimismo, Cramer refirió que Paraguay seguirá importando coches usados, en su mayoría de origen asiático a través de Chile, algo que la ministra destacó como una concesión por la trascendencia de este sector en la economía local, tal como lo hizo Argentina en su día en otro acuerdo anterior.
Los coches usados, que motorizan a la clase media local, entran a través del puerto franco chileno de Iquique y en su mayor parte procede de Japón, por lo que tienen que ser adaptados al sentido de circulación del país con el consabido riesgo a la seguridad vial, según ha advertido la Cadam.
Por su parte, el canciller paraguayo, Antonio Rivas, destacó que el acuerdo tendrá "un impacto positivo" en la industria paraguaya, cuya fuerza económica radica igualmente en las "autopartes", que exportan piezas al vecino país bajo el régimen de la maquila.
Con relación a este rubro se ha establecido un cronograma de desgravación hasta el 2027 teniendo en cuenta el Índice de Contenido Regional (ICR) o régimen de origen de entre el 40 y el 50 por ciento.
El pacto establece "oportunidades para el desarrollo de vehículos con nuevas motorizaciones (eléctricos, híbridos, a gas e hidrógeno), con trato especial y diferenciado para Paraguay, iniciando con ICR del 30 por ciento".
Paraguay y Brasil trabajan en la consecución de este acuerdo desde principios de julio, cuando el Gobierno brasileño trató de imponer a las autopartes paraguayas una tasa del 16 por ciento, al no existir un acuerdo bilateral entre los dos países sobre el sector automotor.