En el Centro Técnico de Nissan en Atsugi, Japón, un equipo de ingenieros trabaja incansablemente para garantizar que los vehículos de la marca, incluido el próximo SUV crossover eléctrico Nissan Ariya, cuente con un alto nivel de seguridad en caso de colisión.
Nissan somete cada uno de sus vehículos a rigurosas pruebas de choque que incluyen colisiones frontales, laterales y traseras, así como aquellas que simulan accidentes cuando hay peatones en la carretera. Durante los procedimientos de prueba, los ingenieros del Grupo de Evaluación de la Seguridad Pasiva de Nissan miden la fuerza de un impacto sobre la carrocería y los componentes estructurales del vehículo, al igual que sus efectos sobre el conductor y los pasajeros a través de maniquíes de prueba de diversos tamaños y tipos de carrocería equipados con múltiples sensores.
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"Se evalúan más de 100 puntos de datos en Nissan Ariya", dijo Gen Tanabe, del Grupo de Evaluación de la Seguridad Pasiva, añadió que "Como el próximo Nissan Ariya se venderá en distintos mercados, realizaremos más de 400 pruebas desde las primeras fases de desarrollo hasta el lanzamiento en el mercado".
Al tratarse de un vehículo 100% eléctrico, muchos de los procedimientos empleados para el Nissan LEAF se adoptaron para el Nissan Ariya, lo que dio lugar a medidas de seguridad más estrictas a las que exige la normativa.