De este modo, el mercado automovilístico mantiene un comportamiento positivo por noveno mes consecutivo gracias al Plan 2000E de ayudas directas a la compra de turismos, que ha actuado como dinamizador de la demanda devolviendo la confianza a los consumidores de que también ahora es un buen momento para cambiar de vehículo.
Por canales, las compras de particulares -que están siendo los principales beneficiarios de este plan- cerraron la primera quincena de mayo con 23 mil 763 unidades vendidas, lo que supone un crecimiento del 49.5 por ciento, en línea con las cifras positivas de meses anteriores.
Las ventas de empresas, por su parte, aumentaron el 28 por ciento, hasta situarse en las 7 mil 941 unidades, mientras que las ventas de las compañías alquiladoras crecieron el 41.5 por ciento, con 9 mil 617 unidades, debido a la renovación de sus flotas ante la próxima temporada estival.
Los vendedores insisten en que estos datos de ventas no son sintomáticos de una recuperación real del mercado sino fruto de un hecho coyuntural que está llevando a los automovilistas a adelantar las compras ante el fin de las ayudas del Plan 2000E y la inminente subida de dos puntos del IVA a partir de julio.
Ganvam advierte de que la no renovación del Plan puede sumir al sector de la distribución de automóviles -integrado en un 80 por ciento por pequeñas y medianas empresas- en una "situación insostenible", con una caída de las ventas de 100 mil unidades y la pérdida de hasta 10 mil puestos de trabajo en las redes de distribución en la segunda mitad de año.
Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, "concesionarios y compraventas llevan soportando la crisis desde hace dos años y medio, han perdido músculo financiero y se encuentran muy debilitados, con unas posibilidades de acceso al crédito muy limitadas".
"Sin duda, una baja drástica del mercado como la que esperamos a partir de junio puede provocar una debacle y hacer que caigan como auténticas fichas de dominó", asegura.