Esa organización considera que estas cifras confirman que el mercado luso se encuentra "estancado", ya que este ligero aumento está todavía muy por debajo del desplome de ventas registrado en los dos últimos ejercicios, del 30 por ciento en 2011 y del 40.7 por ciento en 2012.
El segmento más vendido fue el de los turismos, que subió un 2.9 por ciento durante el primer semestre del ejercicio, hasta las 54,945 unidades.
El incremento fue especialmente significativo en junio, cuando se mejoró la comercialización un 15.5 por ciento, hasta los 14,130 coches.
Este aumento se justifica, según estas mismas fuentes, por la acumulación de matriculaciones durante el mes pasado, ya que algunas correspondían en realidad al cierre de mayo pero fueron retrasadas por una avería informática.
El segmento que más creció fue el de vehículos comerciales pesados -a partir de 3,500 kilos de peso bruto- con un 8 por ciento más de ventas, hasta las 917 unidades.
En contraste, empeoró la comercialización entre enero y junio de los vehículos comerciales ligeros, que recularon un 4 por ciento, hasta 7,522 adquisiciones.
La fabricación de automóviles en Portugal supone un 1 por ciento de su PIB, una industria en la que destacan las fábricas de Autoeuropa, que trabaja para la alemana Volkswagen, y la de Mangualde, que produce para la francesa Citröen.