La venta de productos brasileños a Argentina, su tercer socio comercial a nivel mundial y el primero en la región, ha pisado el freno en medio del deterioro de su economía, pasando de los 11,307 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2018 a los 6,778 millones de dólares en el mismo periodo de este año.
De esta forma, Brasil ha registrado un déficit de 260 millones de dólares con su vecino del sur, según los datos del Ministerio de Economía.
Argentina llegó a ser el principal destino de los productos industrializados brasileños, pero cayó hasta el segundo puesto, por detrás de Estados Unidos, en medio de una crisis financiera que, pese a su agravamiento, no ha sorprendido a los industriales del gigante latinoamericano.
"Esa crisis no empieza hoy, pero se ha intensificado. Argentina respondía por el 7 por ciento de la producción industrial brasileña hace 12 años y hoy representa el 1 por ciento", afirmó a Efe el economista de la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente del país, André Rebelo.
Uno de los sectores más golpeados por la situación económica de Argentina ha sido el automotriz, que sigue intentando retomar el vuelo tras la grave crisis que atravesó durante la recesión que Brasil enfrentó entre 2015 y 2016, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) cayó alrededor de siete puntos porcentuales.
Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), hasta 2018 Argentina representaba el 75 por ciento de las exportaciones de vehículos brasileños, mientras que actualmente responde del 53 por ciento.
Brasil vendió a Argentina 160,965 vehículos entre enero y agosto de este año, lo que supone una caída del 53 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior y el menor nivel desde 2013, de acuerdo con Anfavea.
El año pasado el país exportó a su vecino 422,828 unidades, frente a las 545,720 de todo 2017 y las 377,299 de 2016.
En medio de un escenario político convulso, la patronal del sector automotriz brasileño no espera que la demanda argentina reaccione antes de 2021 y, por ello, confía en la apertura de nuevos mercados para las exportaciones.
Además, la grave crisis llevó al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, a pedir un nuevo aplazamiento para la entrada en vigor del libre comercio bilateral de automóviles, ahora para 2029.
"Aunque el libre comercio solo está previsto para entrar en vigor en julio de 2029, ese escalonamiento de 10 años trae un escenario previsible y seguridad jurídica para la industria del automóvil", subrayó Anfavea.
El último acuerdo entre Brasil y Argentina fue suscrito en 2015 y preveía que a partir de julio de 2020 el intercambio de automóviles sería totalmente libre entre los dos países.
Según las actuales reglas, Brasil puede exportar 1.5 dólares en productos del sector por cada 1 dólar que importe del país vecino. Las exportaciones que superen esa relación son sometidas al pago de aranceles.
A pesar de la caída libre de las exportaciones, especialmente en el sector automovilístico, la industria brasileña sigue viendo a Argentina como un socio fundamental para el país, pues es el tercer destino de sus productos, por detrás de China y Estados Unidos.
"Argentina siempre va a ser estratégico debido a su proximidad, pero ahora necesitamos esperar para ver la solución", señaló el economista de la Fiesp.
La posición de los industriales se aleja de la del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien amenazó con salir del Mercosur -bloque que integra junto con Argentina, Paraguay y Uruguay- en caso de que venza las elecciones presidenciales el candidato peronista Alberto Fernández.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, fue más allá y cuestionó públicamente que "desde cuándo Brasil necesita a Argentina para crecer".
El centro de estudios Fundación Getulio Vargas respondió con un informe publicado recientemente, según el cual la actual crisis de Argentina podría rebajar hasta 0.5 puntos porcentuales el PIB de Brasil para este año.