Según anunció este martes la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores (Fenabrave), a lo largo del año pasado fueron comercializados 3.5 millones de unidades de automóviles, pese a los incentivos fiscales concedidos por el gobierno para estimular el sector y que han sido suspendidos a partir del 1 de enero.
Fenabrave prevé que la retirada de los estímulos, que se reflejará en un aumento promedio del 4.5 por ciento en los precios de los vehículos, impedirá una recuperación de las ventas en 2015.
"El sesgo es hacia la baja", afirmó el vicepresidente de Ford América del Sur, Rogerio Golfarb, quien aseguró, sin embargo, que la industria automovilística apoya el fin de los incentivos dictada por el gobierno en el marco de las medidas de ajuste fiscal que se intensificarán a lo largo de este año.
"Para una industria que realiza pesadas inversiones a largo plazo, la solidez macroeconómica es fundamental", expresó el ejecutivo en declaraciones a la agencia de noticias Estado.
Los sindicatos de trabajadores de la industria automovilística temen que la caída de las ventas derive en un aumento del número de despidos en las fábricas.
Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), unos 10,800 puestos de trabajo han sido eliminados entre enero y noviembre del año pasado por la industria, que emplea actualmente a unas 146,000 personas.