El resultado refleja la recuperación definitiva del sector al enlazar tres años seguidos con un crecimiento positivo, según los datos divulgados por la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave).
En diciembre fueron comercializados 262,737 vehículos nuevos en Brasil, equivalentes a un incremento del 12.04 por ciento frente al mismo mes de 2018 (234,505 unidades) y del 8.44 por ciento en la comparación con noviembre pasado (242,299).
El presidente de Fenabrave, Alarico Assumpção Junior, dijo en un comunicado que 2019 fue el año de la "consolidación de la recuperación del sector" debido, entre otros factores, a la caída de la tasa básica de intereses, que está en el mínimo histórico del 4.50 por ciento anual, así como de los "índices de morosidad y desempleo".
Ello provocó, según el directivo, "un aumento de la confianza del consumidor y, también, del empresario brasileño" y como consecuencia, "impulsó la oferta de crédito", algo que "debe continuar en 2020".
"Por eso confiamos en un nuevo ciclo de crecimiento, aunque este sea moderado", con un aumento de las ventas del 9.67 por ciento frente a las obtenidas en 2019, según sus cálculos.
En opinión de Assumpção Junior, las expectativas de crecimiento para 2020, que el Banco Central de Brasil sitúa en el 2.2 por ciento, generarán "más empleos y crédito a la población".
"Contamos con factores esenciales para el crecimiento de las ventas de vehículos, por eso, podemos mantener una visión optimista para 2020", indicó el presidente de la patronal.
Brasil aún capea con los efectos de la grave crisis económica vivida entre 2015 y 2016, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se desplomó unos siete puntos porcentuales.
En los dos años siguientes registró débiles crecimientos de alrededor de un 1 por ciento, y para 2019 se espera que lo haga en torno a un 1.2 por ciento, según las últimas proyecciones realizadas por analistas del Banco Central
El desempleo se ha estancando, sin embargo, por encima de los dos dígitos y en noviembre pasado era del 11.2 por ciento, lo que supone casi 12 millones de personas sin trabajo.