Por desgracia, esas dudas no son infundadas. De hecho, el 46 por ciento de los autos de segundo uso cuentan con un antecedente negativo, mientras que 1 de cada 9 ha tenido daños de consideración resultado de un percance (cifras de autos consultados en Total Check).
Por eso, es muy importante eliminar todos los factores que elevan el riesgo de compra cuando no sabemos cuál es su verdadero pasado. A continuación te presentamos algunos:
Buscar en lugares desconocidos y asesorarse por extraños
Cuando quieres comprar un auto de segundo uso, puedes estar tentado en buscar en lotes o espacios de ventas de autos que pueden ser peligrosos solo porque te ofrecen un precio preferencial. Evítalo y acude a lugares certificados como agencias de marca o lotes de autos que tienen muchos años en el mercado. De esta manera estarás eligiendo dentro de un número de opciones que han sido evaluadas por profesionales y que pueden dar garantía o responder en caso de algún desperfecto.
Confiar en la palabra del vendedor cuando dice “todo está en regla”
Sabemos que cuando tienes un auto en la mira, difícilmente quieres cambiar de opinión. Sin embargo, el principal factor de riesgo que puede arruinar tu inversión consiste en no verificar su información legal. Si ya tienes un candidato, puedes solicitar al vendedor que te muestre factura original, pagos de tenencia, verificación, no antecedentes de robo y que esté libre de multas. Una vez que revises que el auto esté “limpio”, estarás más tranquilo con tu compra.
Se ve bien, seguro anda bien
Por supuesto que “de la vista nace el amor”, sin embargo, no todo lo que importa está en la superficie. En este caso corremos el riesgo de encontrar un auto que luzca perfecto pero que por dentro tenga un desgaste de motor importante o que no haya tenido un mantenimiento adecuado. Para evitar esta situación, es recomendable que solicites el seguimiento del servicio en agencia (en caso de contarlo) o, en dado caso, llevar un experto en mecánica que te ayude a verificar que el auto se encuentra en buenas condiciones.
La estética puede ser engañosa
Desafortunadamente, en algunas ocasiones los autos esconden golpes, choques y “llegues” de forma tan magistral que es casi imposible identificarlos. Ya sabes lo que dicen: “no hay nada que un poco de polish no pueda arreglar”. En este caso puedes comparar el nivel de pintura en toda la superficie y revisar exhaustivamente si existen partes que no concuerden con el resto; sin embargo, en este caso necesitarás ayuda profesional.
Quedarte con una sola opción
Cuando sentimos la urgencia de comprar un auto, podemos cometer el error de no comparar en otros lugares. En este sentido te conviene buscar en sitios de internet (existen muchas opciones en México), agencias de autos (cuentan con apartado de seminuevos) y hasta con conocidos y amigos.
A pesar de estas opciones es casi imposible conocer el pasado real de un vehículo… a menos que uses Total Check. Esta plataforma tecnológica te permite consultar un historial más completo de un vehículo en solo unos minutos. Solo necesitas el número de placa, VIN (número de identificación vehicular), un correo electrónico y ¡listo!
Incluso, esta tecnología te informa sobre antecedentes de percances, qué tan graves fueron y si tiene piezas dañadas o reemplazadas. Además, te puede indicar si cuenta con adeudos o si cuenta con antecedente de robo. De esta manera puedes hacer una compra segura y sabiendo completamente su pasado.