Mientras el entretenimiento en el automóvil celebra su 100 aniversario en medio de la noticia de que las consolas de juegos ahora podrían ser estándar en los futuros vehículos eléctricos Honda, el experto en conectividad VNC Automotive cree que el futuro del "infoentretenimiento en el vehículo", como ahora se le conoce comúnmente, podría ser incluso más radicales.
Sin embargo, también hay indicios de que los pioneros de hoy tienen mucho en común con aquellos que se dedicaron por primera vez a traer sonido a los vehículos hace un siglo.
Podría decirse que Chevrolet fue el primero en pasar la publicación, ofreciendo la opción de una radio instalada de fábrica en 1922. Dicho esto, sin embargo, era opresivamente voluminoso, necesitaba sus propias baterías y requería una antena montada en el techo. Más problemático fue que la interferencia del sistema de encendido del automóvil dictaminó que el equipo no se podía usar en movimiento, sino que se facturaba como una fuente de "entretenimiento estacionario"...
Uno de los resultados fue que se sugirió cómo el Departamento de Agricultura de EE. UU. podría usar la radio en manos de sus agentes móviles para comunicarse con agricultores ocupados en todo el país, brindando asesoramiento y apoyo.
“Esa fue una idea notablemente profética”, dice Tom Blackie, director ejecutivo de VNC Automotive, la compañía detrás de la tecnología que ha conectado cientos de miles de tractores en todo el mundo, sin mencionar más de 35 millones de automóviles. “Hoy nuestros agricultores están conectados a mucho más que una simple estación de radio. Ahora podemos acceder de forma remota a los equipos agrícolas para diagnosticar problemas o realizar ajustes, mientras que la llegada de la agricultura de precisión significa que cuando un tractor regresa de un campo, arrastra más que un remolque lleno de grano. Ahora también hay un silo digital lleno de datos, cargados en la nube a través de las ondas de radio”.
El posterior lanzamiento de la ahora mundialmente famosa marca Motorola y su primer equipo, el 5T71, resolvió el problema de las interferencias, con los primeros clientes, incluidas las autoridades locales y las fuerzas policiales. Capaces de recibir solamente, estaban sintonizados en las estaciones de radio locales operadas por la ciudad, y las noticias o los programas de entretenimiento que transmitían se interrumpían ocasionalmente por solicitudes de unidades para asistir a un disturbio.
“Esos primeros 'policías de la radio' eran tan reverenciados que llevaban una insignia especial con un rayo en la manga”, dice Blackie. “Pero con nuestra tecnología Cobalt Cube, ahora podemos conectar a todos los agentes de policía del país con casi cualquier otro sistema, desde la base de datos nacional de vehículos hasta la lista de los más buscados de Interpol y más, todo a través de la pantalla táctil integrada en el vehículo”.
Hoy en día, para la mayoría de las personas, es probable que el sistema de sonido de su automóvil ya sea la mejor configuración de audio que poseen, y con los fabricantes enfrascados en una carrera que mide los resultados en pulgadas de pantalla, es posible que el automóvil estacionado en su camino pronto también ofrece la experiencia más cinematográfica.
Sin embargo, para llegar aquí, hemos repasado todo, desde los tocadiscos para auto hasta el cartucho de ocho pistas y el casete compacto hasta el disco compacto, mientras que el MP3 y el iPod también introdujeron un nuevo amanecer de reproductores de música portátiles y “un mil canciones en tu bolsillo”.
“El cambio fue rápido. Ningún fabricante de automóviles que se precie lanzó un nuevo modelo sin un puerto AUX”, recuerda Blackie. “Bluetooth pronto nos permitió desconectarnos sin dejar de estar conectados, y ahora nuestras vidas digitalizadas son parte de un ecosistema mucho más amplio. Nuestra plataforma Cobalt Share, por ejemplo, permite que un padre comience a transmitir un video en su teléfono inteligente, antes de pasar el contenido a una o más pantallas traseras para sus hijos. Una vez que la familia llega a casa, ese mismo contenido se puede pausar y reiniciar en el televisor de la sala de estar”.
Blackie continuó: “En cuanto al futuro, el cielo es el límite y las noticias recientes de que las consolas de juegos pronto podrían ser estándar en los autos de gran volumen es solo el comienzo. Los experimentos con pantallas de realidad aumentada han demostrado cómo un automóvil conectado puede comenzar a extender la experiencia más allá de los límites de la cabina e interactuar con el mundo exterior. Ya estamos viendo sistemas de navegación que pueden resaltar el carril requerido en una intersección concurrida al proyectarlo en el parabrisas. Es solo un pequeño paso desde allí hasta tener, por ejemplo, un menú de restaurante superpuesto en una ventana lateral mientras conduce”.
Sin embargo, si bien nuestras expectativas sobre los sistemas de entretenimiento en el vehículo han cambiado notablemente en los últimos 100 años, es posible que nuestras demandas durante el próximo siglo estén determinadas por la evolución del propio automóvil.
“La propiedad de un vehículo puede volverse inasequible, quizás incluso insostenible, y eso conducirá a una transición desde el transporte personal hacia la movilidad compartida”, dice Blackie. “Quizás los vehículos autónomos del futuro completarán el círculo. Una vez que conducir ya no sea la tarea principal, el futuro de la movilidad puede centrarse por completo en el entretenimiento de una manera que los primeros pioneros solo podían soñar”.