Plache dijo que los efectos del terremoto en la cadena de producción de vehículos se producirá en un momento en que la economía estadounidense está consolidando su recuperación y las expectativas de ventas de automóviles en el país empezaban a ser más optimistas.
Los datos revelados por Edmunds señalan que las ventas de automóviles en Estados Unidos durante el primer trimestre del año registraron un ritmo anual de 13 millones de unidades, por encima de lo pronosticado por los analistas a principios de año.
"Sin embargo, el desastre de Japón y la consecuente reducción de la producción de los fabricantes y proveedores japoneses está demostrando un impacto en la producción global de automóviles con muy pocos paralelos históricos, por no decir ninguno", dijo Plache.
A pesar de ello, Edmunds señaló que se muestra optimista y que el impacto en Estados Unidos será limitado y empezará a desaparecer después de junio.
Edmunds también mantuvo su previsión de que este año se venderán en Estados Unidos 12.9 millones de unidades, aunque advirtió que en su escenario más pesimista las ventas se podrían reducir a 12.2 millones de vehículos.
El pasado miércoles Edmunds dijo que los concesionarios tienen abundantes unidades de la mayoría de los modelos, aunque "el inventario empezará a ser limitado de forma perceptible el próximo mes y los fabricantes reaccionarán ajustando los incentivos en los modelos de menor disponibilidad".