Ejecutivos de la empresa estatal Japan Oil, Gas and Metals National Corporation firmaron en La Paz, a nombre de esas dos firmas privadas, un acuerdo al respecto con la Corporación Minera de Bolivia, también estatal, que está montando una planta piloto para iniciar en el 2011 la producción de carbonato de litio en volúmenes pequeños.
El presidente de Jogmec, Hirobumi Kawano, señaló que se enviará "todo el equipo de investigación necesario a la planta piloto de Uyuni", informó la agencia estatal ABI.
"Ingenieros van a venir a estudiar, procesar y buscar un producto final competitivo en el mercado mundial y nacional, y poner todo nuestro esfuerzo para que así sea", agregó.
Según el documento firmado, se fortalecerá la ayuda "para programas de investigación y desarrollo para la industrialización de los recursos evaporíticos del salar de Uyuni, observando la regulación y políticas mineras definidas por el Gobierno de Bolivia".
Sumitomo y Mitsubishi son dos de las muchas compañías interesadas en explotar e industrializar el litio de ese salar situado en la región sureña de Potosí, limítrofe con Chile y Argentina, para la producción de las baterías que necesita la creciente industria de automóviles eléctricos.
El presidente boliviano, Evo Morales, ha dicho que no necesita socios extranjeros para la producción de carbonato de litio, pero sí para instalar una fábrica de baterías de ese metal en Uyuni, una explanada blanca de más de 10,000 kilómetros cuadrados.
Sin embargo, ha aceptado la participación de técnicos extranjeros en el comité científico de investigación del litio.
Además de las empresas japonesas, hay firmas de Corea del Sur, Rusia y Francia, entre otros países, interesadas en asociarse con Bolivia en la explotación del mineral.
Morales señaló recientemente que el único país que ha ofrecido ser socio de Bolivia en la fabricación de baterías de litio es Irán, y expresó su deseo de que otros países o empresas hagan lo propio.