El método utilizado, según informó esta empresa, es una sofisticada técnica de pegado que no menoscaba los estándares de seguridad.
Para Andreas Eppinger, vicepresidente Tecnológico de Johnson Controls, "el ahorro de peso es, ahora más que nunca, una cuestión fundamental en la construcción de automóviles, precisamente en sistemas de asientos y muy concretamente en el ámbito de los asientos traseros, ya que es aquí donde irán montadas las baterías, con el peso adicional que representan, en muchos vehículos eléctricos e híbridos del futuro."
Hasta ahora, los bastidores de sistemas de asientos traseros para automóviles se han construido de acero, ya que este material ofrece la estabilidad requerida y los componentes pueden unirse de forma segura y económica mediante soldadura.
El aluminio, que cuenta con un volumen y un peso inferiores pero ofrece la misma estabilidad, no se ha utilizado debido a la imposibilidad de soldar ambos materiales entre sí.
Es por ello que los trabajos se han desarrollado a dos niveles; por un lado, perfeccionando la construcción de sistemas híbridos; por otro, adaptando la tecnología de pegado como alternativa a la soldadura para esta aplicación.
Para conseguir esta reducción de peso del bastidor del asiento trasero se ha optado por una construcción de los elementos superiores e inferiores del bastidor de aluminio.
Por su parte, los elementos laterales y el elemento transversal que aporta rigidez adicional están compuestos de acero.
La nueva tecnología es tan resistente que permite que se cumplan todos los niveles de duración, resistencia estructural y estabilidad incluso en las pruebas de colisión.