Crisis en Japón impactará a la industria automotriz mundial

Crisis en Japón impactará a la industria automotriz mundial

La crisis por la que atraviesa Japón derivada del terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo, afectará a la industria automotriz mundial; sin embargo, también representa una oportunidad para aquellos que tengan la capacidad de reaccionar rápido y de manera adecuada.

Lo anterior lo dio a conocer Michael Hanley, líder de consultoría global de la Industria Automotriz de Ernst & Young en conferencia de prensa en la ciudad de México.

Hanley advirtió que la producción de vehículos en Japón descenderá de 9.1 millones de unidades en 2010 a 8.7 millones en el 2011, derivado de los desastres ocasionados por el terremoto y posterior tsunami.

El especialista dijo, sin embargo, que la afectación en la demanda en los mercados globales no se percibirá sino hasta después del segundo trimestre del año, debido al "stock" de las armadoras.

"El impacto del terremoto y tsunami en Japón es significativo. Impactará en la cadena de suministro y en la industria automotriz de Japón y a nivel global", dijo Hanley.

El directivo destacó que el principal reto para la industria automotriz en Japón es recuperar la cadena de suministro, que se ha visto severamente afectada, aunado a lo anterior el terremoto dejó destrucción de caminos e infraestructura, lo que complicará aún más el traslado de mercancías a las plantas productivas de las armadoras.

Michael Hanley afirmó que, de acuerdo con los datos que tienen, estiman que la producción se verá afectada mayormente en marzo y abril, lo que impactará en los mercados mundiales en mayo, junio y julio, debido al "stock" que tienen las armadoras y a los vehículos que estaban en tránsito antes del terremoto.

El directivo consideró que, para finales de este año la producción en Japón habrá recuperado el nivel que tenía posterior a la crisis.

Suzuki y Honda, las más afectadas

De acuerdo con las evaluaciones de Ernst & Young, las armadoras más afectadas en Japón han sido Suzuki y Honda, las cuales verán bajar su producción este año un 6 por ciento; en tanto que la producción de Toyota caerá 5 por ciento; así mismo, Nissan bajará en este rubro un 4 por ciento, Isuzu un 3 por ciento al igual que Mitsubishi.

Mazda será, según el líder de consultoría global de la Industria Automotriz de Ernst & Young, la armadora menos afectada, ya que solamente verá caer su producción 2 por ciento, derivado del terremoto.

En total, el especialista considera que la industria automotriz japonesa perderá un 5 por ciento de su producción como resultado del desastre natural.

Habrá desabasto de autopartes a nivel mundial

Michael Hanley, afirmó que una de las mayores preocupaciones en la industria es la proveeduría de autopartes, que no solamente se verá afectada en Japón, sino que impactará a todas las marcas a nivel mundial.

Y es que el desastre ocasionado por el sismo afectó total o parcialmente a unas 1,000 compañías de autopartes; Honda, por ejemplo, ha reportado que, de sus 140 principales proveedores en Japón sólo ha podido contactar a 50, y en algunos casos ha perdido comunicación total con algunos de ellos.

"La prioridad para Japón es la recuperación de sus proveedores", dijo Hanley, quien añadió que tan sólo en Japón hay 72 fabricantes de transmisiones afectados, y "todos los autos de todas las marcas usan transmisiones japonesas".

También existe preocupación sobre la potencial escasez de semiconductores, que son utilizados en los sistemas electrónicos de los vehículos; Japón produce el 60 por ciento del silicio utilizado para fabricar semiconductores, y la escasez de estos semiconductores se prevé que empiece a presentarse a finales de marzo o principios de abril.

Estimó que, en el corto plazo es posible que exista un alto grado de incertidumbre en los mercados globales automotrices y en las cadenas de suministro. "En muchos casos se ha notado que los niveles inmediatos de inventarios cuentan con suministro disponible de uno a tres meses; los desafíos en inventarios pueden ser inmediatos o conocerse hasta el segundo trimestre del 2011 o posterior".

Los daños a la infraestructura, sobre todo en carreteras y puertos, agravará aún más el movimiento de piezas.

Para México la oportunidad no está en Japón

El especialista advirtió que la situación en Japón también puede ser una oportunidad para algunos fabricantes; sin embargo, será una oportunidad matizada, pues gran parte de los componentes y partes de los automóviles son fabricados en Japón, de tal forma que toda la industria automotriz mundial se verá afectada.

Para México, dijo Hanley, la oportunidad no está en proveerle piezas a Japón y tampoco en seguir los largos protocolos para ser nuevos proveedores de las armadoras niponas; para México la oportunidad es aumentar la proveeduría a las plantas estadounidenses que se verán afectadas con el desabasto de autopartes japonesas.

Por ejemplo, General Motors se ha visto obligado a cerrar una de sus fábricas en Estados Unidos debido a la falta de componentes procedentes de Japón.

El acero y el petróleo, otros problemas

Por otra parte, el líder de consultoría global de la Industria Automotriz de Ernst & Young, puso sobre la mesa otro elemento que afectará a la industria: el del acero.

Hanley dijo que, debido a la devastación provocada por el terremoto habrá un incremento en la demanda de acero para la reconstrucción de fábricas, casas y demás infraestructura, lo que encarecerá el metal, de forma que puede repercutir también en los precios de los vehículos.

Así mismo, el conflicto que se vive en el Medio Oriente, también representa un elemento de preocupación para la industria. "La gente -dijo Hanley- tiene miedo de nuevo", y la compra de vehículos se orientará hacía autos subcompactos y más eficientes.

En este punto destacó que Estados Unidos, a diferencia de la crisis global del 2008, ahora sí está preparado fabricando vehículos de menor tamaño y más eficientes.

La venta de autos en Japón bajará en medio millón de vehículos

La prioridad para los japoneses en este momento no es comprar un vehículo, sino recuperarse de los efectos del terremoto y tsunami del 11 de marzo, dijo Michael Hanley, por lo que las ventas de automóviles caerán de 4,5 millones en 2010 a 4 millones en 2011.

En este tema, destacó que, al descender los volúmenes de venta interna, las armadoras podrían enfocarse a los mercados externos y así aprovechar su capacidad productiva para exportar más.

Recordó que en el 2010 Japón exportó 4.8 millones de vehículos, de los cuales 1,8 fueron para el mercado norteamericano.

Posibilidad de repatriación de inversiones; amenaza para México

Ante este escenario, el especialista de Ernst & Young advirtió que existe la posibilidad de que, las armadoras estén contemplando la repatriación de inversiones, sobre todo para reforzar la reconstrucción en Japón.

Para México este escenario representa una amenaza para las inversiones previstas por parte de las armadoras, que, a decir de Michael Hanley, antes del sismo contemplaban inversiones en ampliación o nuevas plantas en el país.

Según el directivo, plantas ensambladoras nuevas estaban programadas para comenzar la línea de producción a principios del 2013, incluyendo instalaciones de Mazda, Hyundai, Honda y Toyota.

Aunado a lo anterior, el analista también añadió el factor de violencia provocado por los cárteles de las drogas que se vive en México, como elemento para repensar inversiones por parte de las automotrices, sobre todo en los estados fronterizos.

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