La compañía china dijo en un comunicado que espera influir al gobierno brasileño con este anuncio para que "promueva alteraciones" en el polémico decreto anunciado el pasado septiembre que elevó un 30 por ciento los impuestos a los automóviles importados.
El alza tributaria se aplicó a los vehículos de países ajenos al Mercosur y a los de este bloque comercial que incumplan una serie de requisitos, como la producción de un mínimo del 65 por ciento de sus componentes en suelo nacional o la obligación de invertir en investigación, desarrollo e innovación.
La aplicación de este arancel adicional generó malestar en Uruguay, socio del Mercosur que envió una delegación a Brasilia la semana pasada para negociar la exención a la medida.
La fábrica de JAC producirá 100,000 automóviles y camiones por año cuando entre en funcionamiento en 2014 y exigirá inversiones de 900 millones de reales (unos 500 millones de dólares), unos datos que coinciden con los que había anticipado la empresa china el pasado agosto.
La planta dará empleo a 3,500 trabajadores y estará ubicada en Camaçarí, localidad a 50 kilómetros de Salvador, la capital de Bahía, donde será vecina de la montadora estadounidense Ford.
Otra compañía que acaba de anunciar su primera fábrica en Brasil es la japonesa Nissan, que este jueves detalló que invertirá 2,600 millones de reales (1,460 millones de dólares) en la planta que se localizará en Resende (Río de Janeiro).
La fábrica de Nissan comenzará a funcionar en 2014, generará 2,000 puestos de trabajo directos y tendrá una capacidad de producción de 200,000 vehículos anuales.