James Craig, portavoz de la petrolera, mediante un comunicado difundido hoy en Quito, rechazó la versión de los abogados acusadores, quienes el miércoles presentaron cables diplomáticos filtrados por Wikileaks en los que, a juicio de ellos, se demuestra la presión ejercida por Chevron a través de la embajada de Estados Unidos en Ecuador.
Según Craig, "la manipulación de los cables de Wikileaks por parte de los abogados de los demandantes contra Chevron, alegando una supuesta presión en el juicio ambiental, es un nuevo intento de estos abogados de engañar al público y desviar la atención del fraude que han cometido en el proceso judicial contra la compañía".
El portavoz admitió que "Chevron, en efecto, ha mantenido amplias conversaciones con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos y con el gobierno de ese país".
Sin embargo, aclaró que el objetivo de esos acercamientos ha sido el "lograr su apoyo para asegurar que los derechos contractuales de Chevron en Ecuador, así como aquellos establecidos en los correspondientes tratados, se vean protegidos".
Agregó que "Chevron ha mantenido comunicación constante con los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos" para asegurarse de que se respeten sus "obligaciones legales vinculantes y contractuales", en referencia a unos convenios firmados en 1995 y 1998, sobre la liberación de responsabilidades futuras en beneficio de la compañía.
Asimismo, los contactos políticos efectuados por la petrolera han buscado "garantizar la posibilidad de que Chevron pueda acceder a un arbitraje internacional justo y neutral", apuntó Craig en el comunicado.
Por su parte, los abogados de los demandantes han aducido un supuesto "doble discurso" de Chevron, que frecuentemente ha denunciado injerencia política del gobierno ecuatoriano en el juicio privado que se lleva adelante en la Corte de Justicia de la provincia amazónica de Sucumbíos.
Pablo Fajardo, abogado de los indígenas y campesinos que demandan por contaminación a Chveron, dijo el miércoles que los cables de Wikileaks tienen "poco valor legal" en el proceso, pero remarcó que en ellos se desvela una aparente actitud de la petrolera para interferir en el trámite judicial.
Uno de los cables aparentemente escrito por la exembajadora Linda Jewell advierte de que Chevron había comenzado a explorar entre funcionarios del gobierno ecuatoriano la posibilidad de "implementar una serie de proyectos sociales" a cambio del apoyo del gobierno "para poner fin al caso".
Además, señala que "la Embajada tendrá en cuenta la forma en que puede ayudar a Chevron a resolver las complicaciones de procedimiento de la investigación" en torno al proceso.
Fajardo recordó que la Corte de Justicia de Sucumbíos en marzo pasado emitió una sentencia de primera instancia que incluía una indemnización de 9,510 millones de dólares por los daños medioambientales en la Amazonía ecuatoriana imputados a Chevron, que califica el fallo de "inaplicable" y "fraudulento".
Si la compañía no pide perdón, esa cantidad superaría los 18,000 millones de dólares.
La sentencia ha sido apelada por las dos partes y se espera que un tribunal emita un fallo de segunda instancia antes de marzo del próximo año, señaló Fajardo, quien dijo que el final del juicio podría tardar otros seis meses si se llega a una instancia de casación.
Si al final los demandantes obtienen una victoria legal contra la gigante petrolera, "iremos a ejecutar la sentencia, perseguiremos los activos de Chevron en cualquier parte del mundo donde ésos se encuentren", remarcó Fajardo.