"Dado el carácter frágil de la recuperación, tenemos la difícil tarea de aplicar plenamente nuestros planes de ajuste presupuestario y apoyar la actividad económica teniendo en cuenta las circunstancias nacionales diferentes", señalaron los ministros según un texto emitido al término de la reunión en Marsella.
El titular francés de Finanzas, François Baroin, cuyo país ejerce la presidencia del G7 este año, subrayó al dar cuenta de ese texto en conferencia de prensa que "todos debemos aplicar planes de ajuste presupuestario ambiciosos y favorables al crecimiento, basados en marcos presupuestarios creíbles".
Reconoció que "hay signos claros de ralentización" y que para hacer frente están dispuestos a aportar medidas fuertes y que ya se están tomando "para preservar la estabilidad financiera".
Tras recordar la participación en este encuentro de Marsella de los gobernadores de los bancos centrales de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, indicó que todos ellos han reiterado que las políticas monetarias "mantendrán la estabilidad de precios y seguirán apoyando la recuperación económica".
Más en concreto, "los bancos centrales están dispuestos a ofrecer liquidez a los bancos tanto como sea necesario".
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, señaló que su institución pone en manos del sistema bancario la liquidez necesaria con medidas convencionales y no convencionales.
Los titulares de Finanzas hicieron un llamamiento para conseguir "un sistema monetario internacional fuerte y estable" y alertaron de que "la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de tipos de cambio tienen repercusiones negativas para la estabilidad económica y financiera".
Por eso advirtieron de que se consultarán sobre posibles acciones en los mercados de cambio y cooperarán de forma apropiada.