El fallo se produjo en respuesta a la apelación que Pekín había presentado ante esta instancia después de que un panel de expertos declarara que Washington había actuado de manera coherente en relación con el Protocolo de Acceso de China a la OMC.
En virtud del capítulo 16 de este Protocolo, otros Estados miembros tienen el derecho a imponer medidas de salvaguarda (aranceles) a las importaciones procedentes de China cuando "se incrementan rápidamente" y representan "una causa significativa" de daños materiales para las respectivas industrias nacionales.
En este caso, Estados Unidos impuso esa subida arancelaria a llantas neumáticas para vehículos de pasajeros y camionetas (neumáticos sujetos a investigación) procedentes de China.
Las autoridades comerciales chinas argumentaron en su apelación que el análisis para evaluar el impacto de la importación de sus productos contenía errores, pero el Órgano de Apelación ratificó que las conclusiones de ese examen se ajustan a la realidad.
Esta instancia consideró ajustada la versión estadounidense, que vinculó de manera directa el incremento de las importaciones chinas de las llantas con un proceso de deterioro del sector nacional, que condujo en última instancia al cierre de varias fábricas en Estados Unidos.
"El panel de expertos no erró al concluir que las autoridades comerciales estadounidenses establecieron de manera adecuada que las importaciones de China tuvieron efectos perjudiciales independientes sobre los cambios en la demanda", explicó el Órgano de Apelación.
El caso se remonta a septiembre de 2009, cuando China solicitó la celebración de consultas con Estados Unidos para tratar este asunto.
Un decreto presidencial había impuesto derechos adicionales a las importaciones de neumáticos sujetos a investigación durante un período de tres años, por una cuantía del 35 por ciento ad valorem en el primer año, el 30 por ciento ad valorem en el segundo año y el 25 por ciento ad valorem en el tercer año.
La medida suscitó la queja de China, que alegó que el aumento de los aranceles es incompatible con el artículo I del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) de 1994.
China sostuvo también que estas medidas no se podían justificar a como restricciones específicamente aplicables a China en el marco de la sección 16 de su Protocolo de Adhesión.
En concreto, China alegó que la ley de Estados Unidos define la expresión "causa importante" de manera más estricta de lo que requiere el sentido corriente de esa expresión, es decir, que Washington exageró la situación para justificar la subida arancelaria.