Sony cederá cerca del 40 por ciento del espacio de su planta en la ciudad de Sendai, una de las más golpeadas por el terremoto y la fuerza del tsunami, que inundó la planta baja de esas instalaciones, indicó el diario Nikkei en su edición digital.
Esto obligó a la empresa a trasladar su producción local y dejó libre un espacio en el que ahora la compañía prevé albergar hasta un centenar de pequeñas y medianas empresas que se han quedado sin sus propias instalaciones a causa del desastre.
La firma Tohoku Electronics Group, proveedor de dispositivos electrónicos con sede en Ishinomaki, también en la devastada provincia de Miyagi, permite a su vez usar sus almacenes y viviendas vacantes a los fabricantes de piezas afectados por la tragedia.
En la provincia de Fukushima, la empresa Denso comparte estos días su planta de producción de aparatos de aire acondicionado con el fabricante de caucho Fujikuwa Rubber, incapaz de reabrir su propia planta ya que se encuentra a once kilómetros de la maltrecha central nuclear de Fukushima Daiichi.
El Banco de Desarrollo de Japón estima en 1.10 billones de yenes (más de 9,500 millones de euros) los daños producidos en las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima por el terremoto, tsunami y posterior crisis nuclear del pasado 11 de marzo.
La catástrofe, la peor en Japón desde la II Guerra Mundial, provocó cerca de 23,000 muertos y desaparecidos, casi 14,000 solo en la provincia de Miyagi, donde aún hay cerca de 23,500 evacuados.