"La catástrofe en Japón ha afectado a la gente, casas, infraestructuras y negocios, tanto dentro como fuera del país, y nuestra industria está trabajando duro para cuantificar el complejo impacto de esa devastación, un proceso que llevará algún tiempo", aseguró en un comunicado el presidente y consejero delegado de AIG, Robert Benmosche.
La aseguradora calculó que sus pérdidas relacionadas con catástrofes naturales, que incluyen además del terremoto en Japón, el ocurrido en Nueva Zelanda, las tormentas de nieve en Estados Unidos, las inundaciones en Australia y Brasil, y el ciclón "Yasi", podrían alcanzar un total de 1,000 millones de dólares este trimestre.
Ese cálculo preliminar, que la compañía advirtió que puede ir modificándose a medida que vayan evolucionando los acontecimientos, no incluye los costes relacionados con sus operaciones de seguros en Japón como parte de su colaboración con la Compañía de Reaseguro de Terremotos de Japón (JERC), dedicada a los seguros de viviendas destruidas por terremotos en ese país.
"En Japón, donde la población en las áreas afectadas continúa sufriendo dificultades como las réplicas del sismo, cortes de electricidad y la escasez de combustible, hemos sido capaces de lograr progresos sustanciales", aseguró Benmosche.