En un comunicado conjunto, tras mantener conversaciones de emergencia a raíz del devastador terremoto en Japón, los funcionarios del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G7) señalaron que Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y el Banco Central Europeo (BCE) se unirán a Japón en una "intervención concertada" en los mercados cambiarios.
La decisión llega después de que el yen alcanzara su nivel máximo frente al dólar desde el fin de la II Guerra Mundial a la espera de que Japón tenga que usar grandes volúmenes de fondos para financiar la reconstrucción tras el terremoto del pasado 11 de marzo y la posterior crisis nuclear.
Los representantes del G7 destacaron que "el exceso de volatilidad y los movimientos desordenados en los tipos de cambio tienen repercusiones adversas para la estabilidad económica y financiera".
Además, se comprometieron a vigilar de cerca los mercados cambiarios y cooperar según lo exijan las circunstancias.
Los ministros y banqueros centrales del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos) expresaron, asimismo, su solidaridad con el pueblo japonés y su voluntad de ofrecer la asistencia necesaria.
El yen se depreció más del 2 por ciento tras conocerse la noticia y el dólar se negociaba a unos 81.20 por yen, desde los 77 por yen.
El ministro de Finanzas japonés, Yoshihiko Noda, anunció que la intervención del Banco de Japón comenzó a las 00:00 GMT.