El estudio "Eurozone Forecast" (EEF) que analiza el impacto y las consecuencias que tendrá la subida del barril de petróleo sobre las economías de los países de la zona euro, explica que el encarecimiento de este combustible acentuará aún más las divergencias entre los países miembros en un entorno marcado por una "frágil" recuperación económica.
Asimismo, el estudio recoge, por otro lado, que si el precio del petróleo se mantiene en 2011 y 2012 en torno a los 100 dólares por barril, la inflación de la Eurozona aumentaría alrededor de medio punto cada año.
En este sentido, y teniendo en cuenta la actual debilidad del mercado laboral, los trabajadores europeos perderán poder adquisitivo, lo que incidiría negativamente en el consumo.
Además, el aumento significativo de los precios de este combustible podría tener también un impacto perjudicial en las exportaciones de los países miembros.
Por ello, con un precio del petróleo de 100 dólares por barril, el crecimiento del PIB en la Eurozona se reduciría en un 0.1 por ciento en 2011 y en un 0.2 por ciento en 2012, mientras que si los precios ascienden a 120 dólares, el PIB para 2012 se reduciría en 60 billones de euros, o del 0.8 por ciento.
Por otro lado, si finalmente el precio de este combustible escala hasta los 100 dólares, 115,000 personas más quedarán en una situación de desempleo en 2011, una cifra que llegará a los 182,000 en 2012, lo que debilitará más la recuperación económica en los países del euro, especialmente en aquellos más débiles.
Según explica la economista de Ernst & Young, Marie Diron, el incremento de los precios del petróleo supone un añadido al listado de contrariedades que golpean la economía de la Eurozona y un frenazo en el crecimiento de estos países, al tiempo que reduce sus ingresos y beneficios.
Pero, una mayor desaceleración en el crecimiento de la Eurozona derivada del aumento de los precios del petróleo puede poner también en riesgo la consolidación fiscal, según sostiene dicho informe.
Por ello, la consultora considera que el Banco Central Europeo no debería responder a este aumento del precio del petróleo endureciendo su política monetaria ya que pondrá en peligro la recuperación de la Eurozona, elevando el coste del endeudamiento y, en consecuencia, reduciendo los niveles de inversión y consumo.