Morales habló del asunto en una rueda de prensa con medios extranjeros en la que explicó la necesidad de que el precio de los combustibles fluctúe según el mercado internacional para incentivar las inversiones privadas en la exploración.
"Cualquier empresa tiene derecho a recuperar su inversión y tener derecho a las utilidades.(...) Si en este momento al operador (privado), al prestador de servicio, al socio, sólo se paga 10 dólares por barril, igual que a la empresa del Estado, con eso no se recupera su inversión y menos puede tener utilidades", reconoció.
Desde hace siete años el precio del barril de petróleo en Bolivia está congelado en 27 dólares, de los que sólo diez van a las firmas que de esa suma derivan sus costos de producción y eventuales utilidades porque los restantes 17 se dirigen a tributos del Estado.
La semana pasada, el gobierno anunció que comenzaría a pagar 59 dólares por barril de petróleo para estimular a las empresas, pero esa decisión quedó sin efecto después de que Morales retrocediera en su decreto de alza del precio de los carburantes.
Morales dio marcha atrás en esa decisión, pero hoy sostuvo que de una u otra forma se producirá, porque así se asegurará la provisión de carburantes líquidos y garantizará la inversión petrolera.