El responsable del Departamento de Investigación del Grupo DG, Edén García Custodio, dijo que se trata de biodiesel producido de aceite comestible desechado por restaurantes.
“Ya enviamos una propuesta de ley a la Comisión de Ecología en la Legislatura anterior, pero no hemos tenido respuesta; pedimos que se apoye a las personas que produzcan biodiesel”, indicó.
Asimismo, “que se obligue a que quienes usen aceite lo reciclen y no lo tiren al aire libre o los drenajes, como se hace ahora, porque no está considerado como residuo peligroso”, expuso.
Hace nueve años, refirió, se abrió la planta con una inversión de entre 400,000 y 500,000 pesos y desde hace dos años ese combustible es usado por la empresa Transportes Ferrer de Comalcalco, en dos autobuses y un automóvil, el cual reciben sin costo debido a la fase de prueba.
El objetivo, agregó, es consolidar la planta, ampliarla y masificar el uso del biodiesel producido de aceite comestible desechado por restaurantes.
Actualmente se recolectan 400 litros mensuales de aceite usado por los restaurantes, con los que producen ocho mil litros de biodiesel, que usan los dos camiones y el automóvil.
Sin embargo, se estima que tan sólo en Villahermosa los restaurantes desechan 5,000 litros de aceite, en ese mismo lapso, los cuales son tirados al sistema de drenaje, aunque se calcula que en total son desperdiciados 120,000 litros, incluso el mercado doméstico.
Por eso, consideró necesario que se legisle a favor de la producción de biodiesel y se otorguen incentivos económicos a los productores.
Reconoció que actualmente no es redituable económicamente comercializar ese combustible, pues tiene un costo de producción de 9.20 pesos por litro, aunque el beneficio es ecológico, además de mantenimiento del motor.
Estimó que con una inversión de 600,000 pesos se duplicaría la capacidad de la planta, además de que se ayudaría a reducir el aceite comestible usado que se desecha en los sistemas de drenaje.
“Queremos que las Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam) nos certifique y nos dé calcomanías oficiales para que las empresas donadoras del aceite sean identificadas como ecológicamente responsables”, añadió.
En la iniciativa de ley entregada, especificó, se propone que además se creen centros de acopio públicos para que las personas puedan depositar ahí las botellas con el aceite usado.
García Custodio destacó que una de las principales contribuciones de este proyecto es que la materia prima es aceite comestible usado, además de que como subproducto del proceso, se obtiene glicerina, con la que se elabora jabón, que ha mostrado resultados para el lavado de pisos y ropa.