La economía mundial crecerá 4.7% en 2010 y el 4.1% en 2011, según el BBVA

La economía mundial crecerá 4.7% en 2010 y el 4.1% en 2011, según el BBVA

El Producto Interno Bruto (PIB) mundial crecerá el 4.7 por ciento en 2010 y el 4.1 por  ciento en 2011, empujado sobre todo por la expansión de los países emergentes y con una importante brecha entre éstos y las economías avanzadas, que irán mejorando aunque mucho más lentamente, según el BBVA.

Así lo apunta el BBVA Research, servicio de estudios del segundo banco español, en su último informe sobre la situación global de la economía, en el que advierte de que se mantiene la preocupación en Estados Unidos por el elevado endeudamiento de los hogares y también en Europa, donde siguen pendientes la reestructuración financiera y los ajustes macroeconómicos.

En el caso de Estados Unidos, el BBVA recuerda que la reducción del endeudamiento de los hogares va a llevar tiempo y el aumento del ahorro que conlleva supone un menor consumo, si bien no espera recaídas económicas en este país porque aprecia un importante dinamismo en su sector empresarial.

Distinta es la situación en Europa, donde la principal fuente de riesgo son las aún elevadas tensiones financieras, si bien el banco cree que los ajustes fiscales y presupuestarios que están haciendo los países para reducir su déficit y reducir los riesgos sobre su deuda acabarán generando confianza, y si hay un impacto negativo de estas medidas sobre el crecimiento será sólo a corto plazo.

Por eso insiste en abordar "con decisión a corto plazo" las debilidades macroeconómicas de los países europeos, es decir, su sostenibilidad fiscal y los desequilibrios externos, y también cree que se deben evitar mayores retrasos en la reestructuración de la "parte más débil" de los sistemas bancarios.

El informe advierte por otra parte de que la política monetaria de las economías avanzadas será expansiva -con bajos tipos de interés- durante mucho tiempo, lo que añadirá presión sobre los tipos de cambio en todo el mundo, con una mayor apreciación de las monedas de los países emergentes debido a su mayor crecimiento y a su elevada captación de capital.

Las brechas entre la evolución económica de los países emergentes y los desarrollados queda patente en las cifras que maneja el BBVA Research.

Así, el informe prevé un crecimiento del 2.7 y del 2.3 por ciento en Estados Unidos para este año y el que viene, respectivamente, que será sólo del 1.6 y del 1.2 por ciento en el caso europeo, lo que se aleja mucho de las previsiones para el conjunto de América Latina, del 5.8 por ciento para 2010 y el 4.2 por ciento en 2011 y más de Asia, con un crecimiento estimado del 6.8 y del 5.5 por ciento.

Mayor es la diferencia si se compara sólo con China, donde el BBVA espera un crecimiento del 10.1 por ciento este año y del 9.2 por ciento el que viene.

Asia se mantiene a la cabeza de la recuperación mundial, y tanto en esta región como en Latinoamérica la demanda interna privada -el consumo y la inversión- están impulsando la recuperación y sustituyen los estímulos de las políticas económicas.

Ambas regiones se enfrentan, señala el informe, a unos dilemas cada vez mayores en materia de política monetaria y cambiaria, ya que tienen que decidir entre enfriar su fuerte demanda interna para evitar las fuertes entradas de capital y mantener su competitividad con respecto a los mercados extranjeros.

Debido a la poca flexibilidad de los tipos de cambio en China, y en menor medida en el resto de Asia, el BBVA cree que Latinoamérica tendrá que asumir una parte significativa del ajuste cambiario, hasta el punto de que las futuras apreciaciones podrían suponer un problema para su crecimiento.

El informe advierte de que si aumenta la intervención en los mercados de divisas se produzcan represalias comerciales, y por eso cree necesario aplicar una mayor flexibilidad en los tipos de cambio de Asia, sobre todo en China, para que el resto del mundo tenga un mayor margen en sus políticas económicas.

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