BASF, que adelantó hoy algunas cifras de su cuenta de resultados del tercer trimestre, dará a conocer el balance definitivo el próximo 28 de octubre.
La compañía germana revisó al alza sus pronósticos para el conjunto del año y prevé ahora unas ventas de 63,000 millones de euros y un beneficio antes de intereses e impuestos antes de extraordinarios de 8,000 millones de euros.
Las ventas de BASF aumentaron hasta septiembre un 27 por ciento, hasta 47,500 millones de euros, en comparación con los mismos meses del pasado ejercicio.
El consejero delegado de BASF, Jürgen Hambrecht, dijo que estas cifras récord reflejan las dinámicas en las actividades de la empresa, una cartera mejorada y una excelencia operacional que mostró su impacto completo en el entorno económico favorable actual.
No obstante, Hambrecht se mostró cauteloso y advirtió de que persisten incertidumbres para las perspectivas económicas a largo plazo.
"La evolución económica positiva de los últimos meses no se mantendrá al mismo ritmo en 2011. Permanecen riesgos que podrían poner en peligro una recuperación sostenible. El elevado nivel de endeudamiento de muchos países amenaza la estabilidad de los sistemas financieros y bancarios", dijo Hambrecht.
Añadió que "la necesaria reducción del gasto público y la relajación de los programas nacionales de estímulo podría enfriar la demanda".
Hambrecht también observó riesgos asociados con la volatilidad de los mercados de divisas y de materias primas, el exceso de capacidades, así como tensiones geopolíticas y proteccionismo.