La planta, producto de un acuerdo firmado en 2009 con la compañía estatal birmana de automóviles e industria, producirá los vehículos en la zona industrial de Kyaukse, en la división de Mandalay, unos 450 kilómetros al norte de Rangún.
A finales de julio, el jefe de la Junta Militar birmana, el general Than Shwe, viajó a India, donde visitó una fábrica de Tata y firmó varios acuerdos relacionados con las tecnologías de la información, la industria e infraestructuras.
Otros países como Japón, Corea del Sur y China también se han asociado con el gobierno birmano en el sector automovilístico o energético, entre otros.
India es el cuarto mayor socio comercial de Birmania, detrás de Tailandia, China y Singapur, mientras que, con el 25 por ciento del mercado, es el segundo destino de las exportaciones birmanas, después de Tailandia.
En 2009, las inversiones indias en el régimen militar ascendieron a 189 millones de dólares (unos 143 millones de euros).
Birmania, gobernada por una Junta Militar desde el golpe de Estado de 1962, está sometida a las sanciones de Estados Unidos y Europa por la represión política contra la oposición y las minorías étnicas.