Los activos están en Texas y Nuevo México, por los que Apache pagará 3,100 millones de dólares, en Canadá occidental, 3,250 millones, y en el desierto occidental de Egipto por 650 millones.
Con esas ventas, la petrolera confía en obtener unos 7,000 millones de su objetivo de 10,000 millones en ventas de activos destinados a sufragar los costos derivados del derrame de petróleo en el Golfo de México.
BP ha informado también de que venderá la mayoría de sus activos en Vietnam y Pakistán, que los analistas valoran en unos 1,700 millones de dólares.
Apache, grupo petrolero y gasista independiente, ha discutido también con BP la posibilidad de comprarle una participación en el yacimiento de Prudhoe Bay, en Alaska (Estados Unidos), aunque no se ha acordado aún el precio.
Los activos cuya venta se ha acordado ya representan en total en torno al 2 por ciento de las reservas de BP y su precio de venta equivale a un 6.4 aproximadamente del valor de la compañía en el mercado al cierre de la Bolsa, ayer martes.
"Es una rara oportunidad de conseguir importantes posiciones de una gran petrolera...Rara vez se nos dan oportunidades como ésta en las áreas donde se centra nuestra mayor actividad, y menos aún tres juntas", comentó Steven Farris, consejero delegado de Apache acerca de la operación.
BP ha informado por otro lado de su intención de vender todos los activos que tiene en Pakistán y Vietnam con excepción de su negocio de lubricantes Castrol.
A pesar de la oposición política de algunos congresistas estadounidenses, BP está decidida a mantener por el contrario su posición en las aguas profundas del Golfo de México, una de las regiones petroleras más importantes.