Bosch informó hoy que son cuatro las plantas afectadas por esta medida, tres en Alemania (Reutlingen, Ansbach y Salzgitter) y una en la República Checa (Hatvan).
El miembro del consejo directivo de Bosch, Bernd Bohr, adelantó que pese a la flexibilización de las restricciones decretadas como consecuencia de la erupción del volcán islandés, volver a la normalidad llevará algún tiempo.
Bosch es la segunda gran compañía alemana que impone paros en la producción por cortes en la cadena de suministros.
El fabricante automovilístico BMW interrumpió la producción por falta de componentes eléctricos en la fábrica de Dingolfing (sureste de Alemania).
Las fábricas de Ratisbona y Múnich, también en el sur del país, pararán la producción hoy y mañana.