"Los datos publicados en agosto parecen indicar que el crecimiento económico se está estabilizando y que es posible lograr el objetivo de crecimiento de China para este año", dijo Kim al iniciar una visita de cinco días a China.
Después de varios años de fuerte crecimiento, de más de un diez por ciento, el Producto Interno Bruto (PIB) de China cayó el año pasado al 7.8 por ciento, la tasa más baja desde 1999.
China era considerada hasta ahora como uno de los principales motores del crecimiento mundial. En vista del gran retraso histórico de su economía, una tasa de crecimiento del 7.5 por ciento no es considerada como elevada para la segunda economía del mundo.
Kim aseguró que el Banco Mundial respalda las reformas del sistema financiero chino, en el ámbito de la regularización financiera, de los derechos a la tierra y en el ámbito social.
El gobernante Partido Comunista intenta potenciar el consumo privado y reforzar el sector de los servicios para liberar su economía de la dependencia de las exportaciones y las inversiones.
El presidente del Banco Mundial dijo que durante su vista advertirá especialmente sobre el peligro del cambio climático. En términos de volumen, China ya es el principal país responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. "Sin embargo, China también se está convirtiendo cada vez más en parte de la solución en la lucha contra el cambio climático", aseguró Kim.