"(La corrupción) Afecta, tiene un impacto. Si eres un consumidor ruandés, tienes que pagar un 30 o un 40 por ciento más que si el comercio fluyera como lo hace en Europa, Japón o Estados Unidos", aseguró Lamy en una rueda de prensa celebrada hoy en Nairobi.
El director general de la OMC añadió que "reducir esa circunstancia aumentaría el poder adquisitivo de los ugandeses, ruandeses o burundeses (países sin salida al mar y dependientes de bienes procedentes de los puertos kenianos o tanzanos) en un 30 por ciento".
En un informe publicado en noviembre del pasado año, la organización anticorrupción Transparencia Internacional señalaba a los puestos fronterizos como puntos de soborno para los transportistas de mercancías por tierra, lo que contribuye al aumento del precio final.
En este sentido, Lamy recalcó "el alto coste de los negocios transfronterizos", a pesar de que consideró África oriental como una "región adelantada, en comparación con otras zonas de África y de otros continentes, en facilitación de comercio".
Asimismo, el director de la OMC -que será reemplazado en el cargo por el brasileño Roberto Azevêdo el próximo 1 de septiembre-, mostró su apoyo a "la iniciativa de la Unión Africana de impulsar el comercio intra-africano" ya que hay "un bajo grado de comercio de África con África".