Los ministros del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón se reunirán en un lujoso hotel de la localidad de Aylesbury, en el condado de Buckinghamshire (a las afueras de Londres), en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Como parte de la presidencia del Reino Unido del G8 (países del G7 más Rusia) y antes de la cumbre que este grupo celebrará en Irlanda del Norte los próximos 17 y 18 de junio, el encuentro que empieza mañana estará presidido por el titular británico de Economía, George Osborne, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King.
También asistirán los gobernadores de los bancos centrales del resto de los países y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Según fuentes británicas, los contactos de mañana serán una oportunidad para buscar la manera de resolver las ramificaciones de la crisis financiera global, el endeudamiento y los desafíos para conseguir una recuperación económica.
"Este grupo es aún una institución importante y un foro clave para lidiar con los desafíos que afronta la economía global", dijo Osborne en una declaración divulgada por el departamento del Tesoro antes del encuentro de mañana en la campiña inglesa.
"Esta reunión será una oportunidad importante para que el Reino Unido y nuestros socios aborden estos desafíos y se muestre un liderazgo en la lucha contra las continuas ramificaciones de la crisis financiera global y de la deuda", agregó Osborne.
La presidencia británica del G8 tiene como prioridad abordar las dificultades de la economía global y estudiar alternativas para ayudar a crear empleo, crecimiento y prosperidad a largo plazo.
Así, el primer ministro británico, David Cameron, ha insistido en que la presidencia de su país del G8 estará centrada en apoyar el libre mercado y combatir la evasión fiscal.
Este encuentro se celebra en momentos en que muchos países occidentales atraviesan por un fuerte endeudamiento y tienen dificultades para conseguir la recuperación.
En el Reino Unido, la economía apenas creció un 0.3 por ciento entre enero y marzo, después de haber sufrido en el trimestre anterior una contracción del 0.3 por ciento.
Según un informe del FMI sobre las perspectivas de la economía mundial, la eurozona se quedará al margen de la recuperación global en 2013 y cerrará el año con una contracción del 0.2 por ciento.
En tanto, la economía mundial crecerá un 3.5 por ciento en 2013 y en 2014 lo hará un 4.1 por ciento, impulsada por los países emergentes y el buen comportamiento de Estados Unidos, de acuerdo con el organismo internacional.
Al mismo tiempo, la ONU ha advertido del "grave riesgo de caer en una renovada recesión" si no se toman medidas para frenar el aumento del desempleo en el mundo, y mantuvo su revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico en 2013 y 2014.
En su informe sobre la "Situación Económica Mundial 2013", la ONU mantuvo la previsión de crecimiento en el 2.4 por ciento para 2013 (tres décimas menos que en su proyección del pasado mes de junio) y en el 3.2 por ciento para 2014 (siete décimas menos).