Por su parte, el beneficio operativo del grupo fue de 194,300 millones de yenes (cerca de 1,500 millones de euros), un 4.14 por ciento menos que en 2011, debido sobre todo al retroceso de su sector de pantallas LCD, y a pesar del significativo incremento en su segmento de dispositivos electrónicos.
Mientras, las ventas de Toshiba alcanzaron en el año fiscal 2012, que en Japón concluyó el pasado 31 de marzo, los 5.8 billones de yenes (unos 44,700 millones de euros), lo que supone un 4.92 por ciento menos que en el año precedente.
Las ventas se redujeron en 2012 a pesar del aumento de sus sectores de infraestructura social, destinado a paneles solares, dispositivos para ferrocarriles o sistemas hidráulicos, y el de aplicaciones para el hogar, gracias una mayor demanda de dispositivos de iluminación LED o aparatos de aire acondicionado.
Por su parte, su división de ordenadores PC mantuvo su declive y registró en 2012 unas ventas de 705,100 millones de yenes (5,435 millones de euros), un 14.32 por ciento menos interanual, debido a la caída de la demanda en Estados Unidos y a pesar de sus buenos resultados en el mercado doméstico.
Mientras, para el actual año fiscal 2013, la empresa espera mejorar sus resultados y lograr un beneficio neto de 100,000 millones de yenes (771 millones de euros), detalló la empresa de Tokio en el comunicado.
En este año también estima que su beneficio operativo alcance los 260,000 millones de yenes (más de 2,000 millones de euros) y sus ventas se eleven hasta los 6.1 billones de yenes (47,020 millones de euros).
En este sentido, Toshiba se mostró optimista a la hora de aumentar sus ingresos en todos sus sectores y mantener el buen ritmo que mantiene el de infraestructura social, que espera lidere sus ventas y le otorgue unos beneficios de 2.8 billones de yenes (21,580 millones de euros).