El consejero delegado de Caterpillar Bélgica, Nicolas Polutnik, así lo anunció hoy durante una conferencia de prensa, en la que señaló que "no es un plan social, sino industrial para salvar la fábrica".
El anuncio de la supresión más de un millar de empleos de otra de las industrias más emblemáticas de este país, se une a decisiones similares anunciadas por otras grandes empresas instaladas en Bélgica como ArcelorMittal que también reducirá su plantilla en 1,300 empleados y Ford que cerrará su planta de Genk, afectando a otros 4,000 trabajadores.
El plan de reestructuración decidido por la división belga de la estadounidense Caterpillar, que es el mayor fabricante mundial de equipos de construcción y cuyos resultados empresariales se consideran en Estados Unidos relevantes para determinar la marcha de la economía, dejará sin empleo a 1,100 trabajadores de la fábrica y a 300 empleados y directivos, señaló el diario Le Soir.
La misma fuente indicó que a ellos se les sumará que no se renovará a otros 190 trabajadores con contratos a duración determinada.
Según la dirección de la firma estadounidense, que en Bélgica emplea a 3,700 personas, han sufrido una pérdida de competitividad y apuntaron que "en Europa sería menos costoso importar la maquinaria desde otras empresas del grupo, que producirlas en Gosselies".
"Es muy complicado, pero soy optimista para salvar la fábrica mediante un plan", indicó Polutnik según declaraciones recogidas por ese rotativo.
Caterpillar, con sede en Peoria (Illinois, Estados Unidos) y una de las treinta empresas que integran el índice bursátil del Dow Jones de Industriales, registró a nivel global en 2012 un beneficio neto de 5,681 millones de dólares, el 15 por ciento más que el año anterior, pero sufrió un descenso de ventas y beneficios en el último trimestre completo.
Los representantes sindicales señalaron, según el diario francófono belga, que esperaban "una mala noticia pero no de esta amplitud" y dijeron que entablarán negociaciones para atenuar el impacto de la reestructuración.
El primer ministro belga, el socialista Elio Di Rupo, y los ministros de Empleo a nivel federal, Monica De Coninck, y de Valonia, Jean-Claude Marcourt, se reunirán por la tarde con los representantes sindicales en Caterpillar.