La licencia unificada, que fue aprobada en 2006 como parte de la directiva que regula los permisos de conducir en la Unión Europea, sustituirá paulatinamente a los más de cien licencias diferentes que hay en la actualidad.
A partir del sábado, todos los carnés que se concedan y aquellos que se renueven deberán tener el nuevo formato, una tarjeta de plástico similar al documento nacional de identidad (DNI), pero no será necesario cambiar los permisos antiguos antes de que caduquen.
El objetivo de esta medida es permitir un mejor reconocimiento de estos documentos, de manera que se facilite el trabajo de las autoridades encargadas de la seguridad vial, así como reforzar la seguridad de los permisos para luchar contra las falsificaciones.
Las nuevas licencias tendrán que ser renovados en un periodo máximo de entre 10 y 15 años, dependiendo del país, y para 2023 todas las licencias de conducir vigentes en la Unión Europea habrán adoptado el nuevo formato.